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¿Qué estilo de comunicación entre paciente y psicólogo o psicóloga es más eficaz?

¿Qué estilo de comunicación entre paciente y psicólogo o psicóloga es más eficaz?

(Tiempo de lectura 10 minutos)

Quiero hablaros de qué es ese término denominado relación terapéutica. A todos los psicólogos y psicólogas sanitarios y clínicos, es decir a los profesionales que trabajamos en el ámbito de la Psicología Clínica, nos ocupa adquirir el mayor conocimiento sobre lo que hace que una intervención psicológica tenga éxito, sea eficaz y ayude a las personas a lograr sus objetivos y alcanzar el cambio y el bienestar al que aspiran.

Indudablemente un tratamiento psicológico debe contar con las técnicas psicológicas validadas científicamente, y aplicadas, tras un exhaustivo análisis, en una estudiada y planificada estrategia. Pero, cuando una persona se encuentra con un recién conocido, para hablarle de cuestiones verdaderamente íntimas sobre sus emociones, pensamientos y conductas, hay un factor que adquiere relevancia: la relación, la conexión o comunicación entre el profesional y la persona que acude a la consulta.

Esa relación se denomina relación terapéutica, y es decisiva en la evolución del tratamiento.

La relación terapéutica y la eficacia de los tratamientos psicológicos

En el estudio a gran escala realizado en EE.UU. por el Consumer Reports sobre la eficacia de la terapia psicológica en la práctica clínica real, el 54% consideraba que la terapia psicológica les había ayudado mucho, y el 36% que les había ayudado algo. Algo similar sucede en España, en la encuesta de Berenguer y Quintanilla en 1994, las personas encuestadas consideran que (…) el tratamiento fue eficaz (4’78, sobre 6) y, lo que es más importante, solucionó el motivo de su consulta (4’59, sobre 6). (Labrador Encinas.Francisco, et al. 2003).

Aunque los resultados hablan de un porcentaje elevado de éxito, no puedo evitar una pregunta ¿Por qué en muchos casos sí y en algunos aún no? Y otra cuestión que se relaciona con un problema recurrente, la denominada adherencia al tratamiento: ¿Por qué en ocasiones se abandona el tratamiento psicológico antes de su finalización?

Hay muchos factores que influyen y que explican parcialmente estas cuestiones y que serán objeto de otros artículos, pero en este quiero referirme a uno de los más importantes, que es, sin duda, la relación terapéutica. Y quiero hacerlo, no desde el punto de vista del profesional de la Psicología, sino desde la perspectiva de la persona que llega a la consulta.

En otro de mis artículos hablé de qué aspectos conviene tener en cuenta a la hora de elegir el centro de Psicología al que acudir, o de la elección del tratamiento psicológico, ahora quiero hablaros de cuestiones que considero fundamentales, relacionadas con el estilo de comunicación o relación con vuestro psicólogo o psicóloga, tanto si has comenzado un tratamiento psicológico como si estás pensando en iniciarlo.

¿Cómo afecta una buena o mala relación terapéutica paciente-psicólogo/a, a la eficacia de un tratamiento psicológico? Clic para tuitear

5 claves a considerar en la relación terapéutica

5 claves de la relación terapéutica

1. La relación terapéutica nace y también se hace

Nada más entrar en contacto, en la primera entrevista o en las primeras sesiones, surgirá un primer sentimiento con respecto a tu psicóloga o psicólogo. Esa es la parte menos fácil de explicar racionalmente, la parte que “nace”, el primer “feeling”.

Hay veces que desde el principio, casi automáticamente, surge una buena conexión. Cuando esto es así, sólo tenemos que aprovecharla y cuidarla durante el proceso. Son las situaciones en las que conectamos con los sentimientos de seguridad, confianza y motivación, y tienden a crecer durante el tratamiento.

¿Pero qué pasa cuando en los inicios no surgen espontáneamente esos sentimientos?

No sólo sucede en una consulta de Psicología, hay relaciones que se construyen poco a poco, con trabajo y descubriendo progresivamente nuevos aspectos de la otra persona y de nosotros mismos.

Esto es lo que sucede en las situaciones en las que, tras las primeras sesiones de consulta, te quedas con la sensación de no haber sentido comodidad, de no haber hablado del todo de lo que necesitabas hablar, o de no haber conectado lo suficiente. En estos casos, es fundamental reflexionar sobre el origen de esa incomodidad, ser consciente de que en estas primeras fases se inicia el avance en cuestiones sensibles y que no siempre tenemos disposición o práctica para hacerlo, y qué aspectos emocionales, entre los que están aquellos que nos han llevado a acudir a tratamiento, también van a estar presentes.

Es importante tener paciencia en esta etapa inicial, confiar en el psicólogo o psicóloga, y expresarse, poco a poco, con menos miedo y con más tranquilidad y normalidad, e ir sintiendo como evoluciona la relación. A esto lo llamamos “construir” una relación terapéutica.

2. Como en toda relación, los inicios son importantes

El comienzo, aunque no es algo definitivo, si puede marcar una buena dirección.

Tras una decisión cómo la que has tomado: iniciar un tratamiento psicológico, sé consecuente, como se dice coloquialmente “ve a por todas”. Sentir confianza y seguridad, depende en gran medida de la relación que tú establezcas con tu psicólogo o psicóloga.

Es importante que, desde el primer momento, participes y muestres proactividad. Expresa todo aquello que consideres importante, sobre ti y también sobre la relación terapéutica que se está empezando a crear.

Es fundamental que menciones qué te ayuda de las sesiones, lo que te hace sentir bien, y aquello que te incomoda, genera dudas o no acabas de aceptar.

Desde el principio del proceso, desde la primera sesión, confía en hablar de aquello de lo que realmente necesitas hablar. Hazlo sin ningún temor. Los psicólogos y psicólogas no juzgamos, no establecemos juicios de valor.

3. Estamos aquí por ti, “no tienes que agradarme”. Que salga en sesión lo que tenga que salir

Cuando hablamos de construir una buena relación terapéutica, es importante no confundirlo con la idea de tener una relación amigable y “simpática”. No es esto. No hablamos de una relación de amistad o de colegas, en la que hayas de decir o hacer cosas que agraden o que muestren una buena imagen.

Esta es una incorrecta interpretación de la relación terapéutica. El objetivo es que haya un canal de comunicación fluido, confiable, seguro y natural, pero sin perder la perspectiva de que el psicólogo o psicóloga es un profesional que está aplicando las técnicas y la estrategia para obtener unos objetivos, y que esos objetivos son conocidos y compartidos.

En la consulta surgirán cuestiones, se producirán situaciones o se hablarán de asuntos de muy diversa índole, lo importante es saber que siempre tendrás una escucha atenta, comprensión y flexibilidad, y la empatía por parte de tu psicólogo o psicóloga, para sentir que puedes expresarse con autonomía y naturalidad. Este espacio, este tiempo y la persona que trabaja a tu lado, en tu tratamiento, están dedicados a ti y a los objetivos que compartís.

4. La relación genera el cambio, al igual que las herramientas

Aun hoy sigue apareciendo un antiguo debate sobre qué es lo que genera el cambio en las personas que acuden a tratamiento psicológico: la relación terapéutica o los recursos o herramientas que se adquieren durante el proceso.

Aunque cada vez hay más información, aun hay muchos mitos en relación a la Psicología Clínica y a la labor que realizamos los psicólogos y psicólogas. Sigo encontrándome con la frase: “Sí, el tratamiento me ayuda, hablar de mis problemas es agradable, me siento mejor, pero lo puedo hacer con una amiga, que también sabe escuchar”.

Es indudable que una buena relación terapéutica, en sí misma, tiene beneficios que generan bienestar. El propio proceso en una sesión de Psicología suele generar sensaciones agradables: expresarse sobre las propias emociones, encontrar una escucha activa, recibir respuesta a los estímulos… Pero en un tratamiento psicológico esta parte no es el todo, es más, en ocasiones los objetivos se alcanzan mediante un trabajo psicológico que no siempre es confortable para la persona que recibe tratamiento.

La relación terapéutica debe facilitar un contexto para que el trabajo psicológico sea eficaz, y este trabajo tiene como objetivo que tu adquieras recursos o herramientas, que te permitan realizar los cambios necesarios y que esos cambios tengan la estabilidad para que algún día seas autosuficiente.

“De esta manera dejaría de tener sentido la antigua polémica acerca de qué pesa más, si la relación terapéutica o las técnicas de intervención en la explicación del cambio clínico, puesto que una y las otras serían la ocasión para que sucedan los procesos de aprendizaje” (Froján Parga, María Xejús2011).

5. La relación terapéutica no es una foto fija es una película en movimiento

La relación terapéutica evoluciona, y lo debe hacer porque el objetivo de un tratamiento psicológico es que tú evoluciones.

Es natural que al principio de un tratamiento psicológico, pongas en el psicólogo o psicóloga el protagonismo del proceso. Es normal, puesto que en estas fases iniciales de análisis, definición de objetivos, creación de los modelos explicativos, planificación del tratamiento, elección de las técnicas científicas, etc., así parecen indicarlo. Pero esto tiene su plazo, ya que en breve empezarás tu verdadera labor. Desde el momento en el que hay un plan de trabajo con objetivos, que ambos conocéis y compartís, la responsabilidad del cambio empieza a ser cada vez más tuya. Y cuanto más te hagas cargo de ese cambio, y veas que eres eficaz, mejor te sentirás.

El final del proceso no se da necesariamente cuando te sientes bien, sino cuando te ves capaz de afrontar lo que esté por venir, recordando lo comprendido y usando los recursos que has adquirido en el tratamiento, pero esta vez, sin necesitar la ayuda del psicólogo o psicóloga.

Y dirás: “Bien, ahora comprendo mejor qué es la relación terapéutica, pero… ¿Qué puedo hacer yo para mejorarla?”

5 claves esenciales para comprender qué es y cómo actúa la relación terapéutica en los tratamientos psicológicos Clic para tuitear

10 consejos que pueden ayudarte a favorecer tu relación terapéutica

10 consejos para mejorar la relación terapéutica

  1. Hazte consciente de cómo te sientes respecto a la relación en las primeras sesiones sin dejarte llevar impulsivamente por esos sentimientos.
  2. Si hay una buena conexión y crees que se está creando un buen ambiente para conseguir tus objetivos, exprésalo, házselo saber a tu psicólogo o psicóloga.
  3. Si no te sientes del todo bien acudiendo a las sesiones, no tengas miedo, confía y cuéntaselo. Sólo así podréis determinar si cambiar esas sensaciones forma parte, también, de tu proceso de cambio, o responden a otros motivos y juntos podréis buscar la solución.
  4. Recuerda que lo que hables en consulta no está sujeto a ningún tipo de juicio ético o moral por quien te escucha y que es confidencial.
  5. En algunos momentos puede que te enfades o te desmotives con tu psicólogo o psicóloga. Cuando pase, háblale de ello sin miedo. Es su trabajo recoger, entender y aprovechar lo que está ocurriendo en tu beneficio.
  6. Si dudas sobre si hablarle a tu psicólogo o psicóloga de algo sobre ti, hazlo.
  7. El psicólogo o psicóloga con el que trabajas, está frente a ti totalmente implicado en ayudarte a mejorar tu bienestar. Si no sientes esto, házselo saber. Si no se soluciona, buscad alternativas: no todos los momentos son el mejor momento para cambiar, ni todas las personas son las personas idóneas para ayudarte.
  8. Si sientes que tu psicólogo o psicóloga se ha equivocado en algo y te ha generado malestar o inseguridad, compártelo para que podáis hablarlo.
  9. Busca tu autonomía en el proceso. La relación terapéutica irá cambiando. Date cuenta que tu psicólogo o psicóloga estará siempre ahí, pero que llegará un momento en que ya no le necesites.
  10. Aprende y disfruta también del propio proceso de la relación terapéutica: estás formando parte de una relación de trabajo en la que el único objetivo es tu bienestar.
La relación terapéutica se suele analizar desde las habilidades del psicólogo/a, pero ¿y desde la perspectiva del paciente? Clic para tuitear

En Área Humana, en las sesiones clínicas del Equipo trabajamos con frecuencia, como tema monográfico, el proceso de la relación terapéutica. Es importante estar atentos a las emociones que se suceden, cambiantes en la relación, para darles normalidad y recogerlas como un elemento más de avance en el proceso.

Más allá de las técnicas y los avances científicos en Psicología Clínica, la calidad en la relación terapéutica basada en el respeto, la dedicación, la empatía, la comprensión y la implicación, es una de las piezas fundamentales de nuestros tratamientos, crucial para que nuestros clientes logren el cambio y alcancen el bienestar deseado.

Somos conscientes de que las personas que vienen a buscar nuestra ayuda profesional, necesitan sentirse acogidas, seguras, comprendidas, capaces y finalmente autónomas.

Editorial

Este artículo ha sido creado por el Equipo Editorial de Área Humana, dirigido por Julia Vidal. Todo su contenido –edición, texto e imágenes– tiene derechos de propiedad intelectual y no podrá ser reproducido sin el permiso expreso de Área Humana.
Han colaborado en el contenido:
Psicólogos Madrid José SerranoJosé Serrano

Psicólogo Sanitario. Experto en trastornos del estado de ánimo, estrés y ansiedad.


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