Ahora me pongo Abdominales

Ahora me pongo una tableta de chocolate

La falsa tableta de chocolate es la última moda en cirugía estética. En el Reino Unido se ha vuelto muy popular, especialmente después de que Darryn Lyons, un orondo concursante del Gran Hermano británico, se gastara unas 6.000 libras en implantarse unos abdominales bien marcados que chocaban llamativamente con el resto de su anatomía. Los jocosos comentarios que suscitó tal decisión priorizaron, como asegura María Isabel Casado, psicóloga clínica y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, los aspectos menos relevantes del asunto, ya que la clave del hecho no es el comportamiento caprichoso de una fugaz estrella televisiva sino lo que revelaba de las obsesiones de una sociedad patológica.

“Hemos situado el tener un cuerpo bello en lo más alto de la escala social y estamos plenamente convencidos de que cuanto más guapos/as somos, más valemos. Eso nos genera muchos conflictos personales”. Y no estamos ante una convicción arraigada sólo entre las generaciones actuales, sino que ha alcanzado ya a las futuras. Como señala Carmen Valle, profesora de psicología de la Universidad CEU- San Pablo, citando los resultados de una encuesta de su universidad, “el 80% de los niños menores de 10 años consideran muy importante ser atractivo para ser feliz en la vida. El mismo porcentaje cree, además, que para tener éxito hay que ser guapo”

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