
Psicología de la Infidelidad
Índice de Contenidos
- Algunos datos sobre la infidelidad
- Por qué somos infieles
- Puede salvar un encuentro puntual una relación duradera
- Qué es la infidelidad
- Cómo superar la infidelidad: Saber por qué somos infieles
- ¿Es la confesión la respuesta a cómo superar la infidelidad?
- Cómo superar la infidelidad
- Cómo dejar de ser infiel
- Editorial
- Puntúa y comparte
Los especialistas en terapia de pareja sabemos que la infidelidad es uno de los temas importantes en las relaciones afectivas y sin duda uno de los más delicados. Y lo es porque en él confluyen multitud de aspectos: sociales, educativos y culturales, cuestiones de género, factores de personalidad, comportamiento, emocionales…Uno de los motivos más frecuentes consultado en terapia de pareja es este: cómo superar la infidelidad. Hay muchas preguntas: ¿Porqué se es infiel?. ¿Es inevitable?. ¿Es una necesidad emocional, sexual o de otra índole?. Una vez que se ha sido infiel ¿vuelve a ocurrir?. ¿Se debe confesar a la pareja? ¡Demasiadas preguntas! Ser infiel siempre ha sido y es una cuestión compleja, con posturas y opiniones muy enfrentadas, prejuicios, mitos… cómo superar la infidelidad también lo es.
Lo que parece estar claro es que sentir deseo hacia otra persona que no es nuestra pareja sucede, y resistir a esa tentación, es una decisión que no siempre es la que elegimos.
Algunos datos sobre la infidelidad
La motivación de este artículo es aportar algunas claves sobre cómo superar la infidelidad, pero antes creo conveniente ofrecer información para comprender mejor este término, y para ello creo que es bueno conocer algunos datos estadísticos.
Ser infiel es un comportamiento que puede producirse de distintos modos y con diferente alcance. Sucede en persona, pero también puede producir a través de internet o por teléfono. El último estudio de la web AshleyMadison.com revela que el servicio de mensajería WhatsApp es el aliado perfecto para la infidelidad. Según el informe, el 88% de los hombres y el 78% de las mujeres de esta web practican el ‘sexting’ en sus ratos libres (intercambio de fotografías o mensajes de contenido sexual a través de dispositivos móviles). La facilidad que dan las nuevas tecnologías para dejarse llevar por los deseos ha provocado que el 29% de los hombres y el 33% de las mujeres ‘chateen’ en el trabajo con sus “amantes”.
La fidelidad no deja de ser una “creación humana”, una convención social, una conducta adaptativa fruto de nuestra evolución. Apareció con el mismo objetivo que muchas de nuestras conductas: asegurar la continuidad de los genes. Los humanos nacemos muy indefensos, vivimos una infancia prolongada hasta que llegamos a desenvolvernos por nosotros mismos. Así que la hembra cavernícola necesitaba a un macho a su lado para proteger a sus crías. Y surgió la fidelidad.
Desde un punto de vista biológico, la fidelidad está prácticamente asegurada cuando se está enamorado o enamorada. En esa etapa no tiene mérito ser fiel, es lo que “pide el cuerpo”. Cuando el “enganche hormonal” se termina, aunque queramos profundamente a nuestra pareja, en muchos casos y circunstancias necesitamos de la voluntad, de la capacidad de elegir, para continuar siendo fieles.
Y es este hecho: que la infidelidad es en definitiva una decisión, una opción, lo que provoca en algunas personas sentimientos profundos de culpabilidad. El último estudio de la web AshleyMadison.com revela que los hombres se sienten más culpables cuando son infieles que las mujeres.
Por qué somos infieles
El principal motivo para ser infiel es la falta de sexo en la pareja, ya que la inmensa mayoría de hombres y mujeres registrados en la página (86% ellos y 81% ellas) solo tienen relaciones sexuales una vez al mes dentro de su relación. El 56% de los hombres y el 38% de las mujeres confiesa que ésta es la principal causa para engañar a su pareja.
La falta de intimidad es la segunda causa para el 22% de las mujeres, mientras el 21% de los hombres confesaba ser infiel para probar nuevas fantasías sexuales que no podían realizar “en casa”.
Puede salvar un encuentro puntual una relación duradera
El 81% de ellas piensa que sí, al igual que la mayoría de los encuestados. La culpa se reparte de forma desigual. Ellos son los que sienten más remordimientos (78%), frente al 81% de las encuestadas que «ni sienten ni padecen”.
El sexo es una parte fundamental de las relaciones, pero aun así el 9% de los hombres y el 14% de las mujeres confiesan que están atrapados en un matrimonio sin placer.
Las películas eróticas siguen siendo un gran “sucedáneo” del sexo en pareja: la mayoría de los encuestados confiesa que las ve entre dos y siete veces a la semana. El 75% de los hombres y el 64% de las mujeres confiesan consumirlas, aunque prefieren hacerlo con sus amantes.
Por último, los juguetes sexuales siguen siendo territorio femenino: el 88% de las encuestadas los utiliza en su día a día. Sin embargo, solo el 4% de los hombres se atreve a usarlos.
Qué es la infidelidad
Se puede definir “ser infiel” a aquel comportamiento en el que nos se respetan de manera consciente los valores, normas y compromisos que la pareja ha decidido otorgarse, ya sea de un modo explícito o implícito, y que conllevan respecto y lealtad hacia tu compañero o compañera.
A lo largo de la historia, el significado del término infidelidad ha ido cambiando. La forma de interpretar y practicar la infidelidad varía en los diferentes contextos socioculturales. Por ejemplo, en Grecia y Roma se consideraba que un hombre era infiel si tenía relaciones sexuales con una mujer casada (que no fuera su esposa), pero no lo era si lo hacía con esclavas, concubinas o prostitutas.
Pero sin irnos tan lejos, de un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda la palabra “poliamor” tratándose de parejas que deciden tener varias relaciones emocionales simultáneas basadas en la honestidad con uno mismo o una misma y con sus parejas. De esta manera el concepto de infidelidad varía según la cultura, pero también la ideología o la evolución de la persona, y por tanto cómo superar la infidelidad también será distinto.
Lo importante en esta clara subjetividad del término infidelidad es que no olvidemos que participan dos personas, y que conviene coincidir y acordar cómo se entiende para ambas.
Cómo superar la infidelidad: Saber por qué somos infieles
Insisto en que la infidelidad es un comportamiento que depende de numerosos factores, todos ellos son decisivos en cómo superar la infidelidad. Por un lado, la forma de ser de cada persona, la capacidad de controlar los deseos e impulsos propios, la autoestima, las expectativas, el grado de satisfacción, las experiencias que se han vivido a lo largo de la vida, los aprendizajes… Por otro lado, depende de las oportunidades de conocer a nuevas personas por las que sentirse atraída o atraído, el entorno social, el estilo de compromiso de la pareja, la satisfacción en la relación, las necesidades no cubiertas (sexuales o emocionales) etc.
Un comportamiento infiel puede tener diferentes orígenes, y en función de ellos será distinto cómo superar la infidelidad. Algunos de los motivos que con mayor frecuencia se encuentran detrás de una infidelidad son:
- La relación está deteriorada. Cuantas veces habremos escuchado “la pareja ya estaba rota”. Cuando los deseos y las expectativas que uno tiene de su pareja no son satisfechos, es más probable que puedan aparecer esos deseos hacia otra persona. Digamos que se favorece la predisposición a conocer a alguien.
- El anhelo de pasión y amor romántico. Con el tiempo, puede desligarse en la pareja la pasión de la vinculación o apego, y aunque el amor continúa, podrían aparecer hacia otras personas sentimientos de enamoramiento, deseo u otras emociones que generan confusión.
- Buscar experiencias o algo que no se tiene en pareja. El afecto, la atención o el sexo que no se encuentra en la relación de pareja.
- La falta de estímulos o el aburrimiento. Tanto si la relación es satisfactoria como si no lo es, en algún momento simplemente una de las partes se aburre y busca otras sensaciones. Lo novedoso reactiva y satisface.
- Algunas creencias (erróneas o no) que algunas personas tienen, como que para salvar una relación duradera es beneficioso un encuentro puntual ya que da vida a “una pareja sin alicientes”
- La aventura amorosa. Un desliz para recuperar viejas emociones que están presentes en la fase de enamoramiento y que nos hace sentirnos de nuevo jóvenes y sobre todo deseadas o deseados.
- “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Para muchas personas lo prohibido les provoca morbo y tentación, la adrenalina de ir más allá de las normas. También es una fuente de atracción para quienes disfrutan con el riesgos y piensan que si no “les descubren” no hacen daño a nadie.
- La adicción al sexo. Una persona de estas características, es infiel por tendencia. Este es un problema real que conviene tratar cuando se sufre.
- El juego de la seducción. Quienes sienten esta tendencia les gusta “tontear” para reforzar su auto concepto, y en ese “territorio” es fácil pasar a la infidelidad.
- La inseguridad o la baja autoestima. La persona infiel se siente en inferioridad de condiciones respecto a su pareja: menos atractiva o atractivo. La infidelidad sirve para reafirmar su valor, subir la autoestima al considerarse deseable.
- La represalia. Algunas personas engañan sólo como venganza por un comportamiento de su pareja que consideran injusto, ante una sospecha o una infidelidad descubierta.
- El tener a alguien en la “recámara”. Personas con un patrón dependiente, cuando empiezan a percibir que las cosas no van bien en su relación, buscan a otra persona, para poder reemplazar a la pareja actual. Y esto puede llevar a infidelidades repetidas al no encontrar al recambio adecuado.
- El deseo de tener pareja, cuando la tuya ya no existe y por miedo o incapacidad para cerrar y dejar una relación, se simultanean.
Esta sociedad premia ser fiel, está dentro de nuestro valores, está implícito en cualquier relación, aunque no se hable de ello, entra en los buenos esquemas de pareja, implica cuidados, respeto, adaptación… esta es nuestra realidad social. Si no puedes ser fiel, no te juzgues, pero tal vez sea conveniente que revises tu relación de pareja, reflexiona sobre las razones por las que estás sucediendo, detecta que es lo que no va bien, aprende a ser coherente, empatiza con la otra persona, y toma decisiones.
¿Es la confesión la respuesta a cómo superar la infidelidad?
La respuesta a la pregunta de si se debe confesar o no confesar una infidelidad es simple: es una decisión de cada persona. En esta decisión se debe valorar la causa que la ha producido, las consecuencias, el grado de culpa, la respuesta que vaya a tener la pareja, etc.
La culpa y el perdón son dos emociones que juegan un papel importante para optar a contarlo o no. Hay personas que se sienten profundamente mal consigo mismas después de una infidelidad, les puede la culpa, y ese malestar les empuja a contarlo.
También pueden decidir contarlo como un modo de desahogo y a la vez ser conscientes de las consecuencias de los hechos, es decir, ofrecen a la pareja la oportunidad de que perdone, o que no lo haga. Otras personas, toman la decisión de no contarlo porque tienen la seguridad de que no volverá a ocurrir, o cuando se sabe que el daño al otro es muy grande, o porque la desconfianza que va a generar podría hacer inviable la continuación de la relación, o porque se sabe que no obtendrá el perdón y con ello vendrá la ruptura y en ocasiones el desprecio y rechazo de la pareja.
Es común en lugar de contarlo a la pareja, hablarlo con alguien cercano para pedir consejo y aliviar la confusión y el sentimiento de culpabilidad.
Cada caso es diferente, cada persona decide si lo confiesa o no. Lo importante es saber que si se confiesa una infidelidad es fundamental tener empatía y entender los sentimientos que puedan surgir (rabia, ira, rechazo o tristeza), estar atento a las necesidades de la otra persona y ser paciente y tolerante. Las heridas tardan tiempo en curarse y cómo superar la infidelidad es diferente para cada persona.
Cómo superar la infidelidad
Tampoco hay una receta universal válida en cómo superar la infidelidad. Afrontar el engaño tiene que ver con la forma de ser de cada persona y de sus recursos emocionales. En verdad, cómo afrontar una infidelidad tiene mucho que ver con cómo afrontamos otros acontecimientos: pérdidas, decepciones, errores… es una cuestión de resiliencia, un término que significa la capacidad que tenemos para hacer frente y superar la adversidad y las circunstancias traumáticas.
También las circunstancias de la infidelidad determinan cómo superar la infidelidad, así cómo el nivel de sufrimiento que va a producir, no sólo para la persona que sufre la infidelidad, sino también para quien es infiel. Es muy diferente si se ha producido un engaño reiterado, si se ha prolongado más o menos tiempo, la forma en que se ha descubierto, quienes han intervenido en la infidelidad, etc.
Aunque cada caso es muy diferente, hay algunos consejos que pueden ayudar en cómo superar la infidelidad, siempre entendiendo que si una pareja decide seguir adelante tras una infidelidad será necesario transitar por una etapa realmente difícil para ambas partes y que como todos los procesos llevará tiempo, paciencia y mucha sensibilidad.
Conocer que la pareja ha sido infiel puede ser una de las decepciones más grandes que una persona puede vivir en su vida. El dolor, la rabia, la ira, el enfado, la tristeza, la decepción e incluso la culpa son emociones que nos hacen sentir como en una montaña rusa. Surgen muchos pensamientos, frecuentemente obsesivos, confusión y muchas dudas.
En este caso ¿qué hacer ante una infidelidad? ¿cómo superar la infidelidad de tu pareja?:
- Pararse, escuchar y saber qué ha ocurrido. Por doloroso que sea conocer la verdad, tu tienes la opción de decidir si perdonar o no.
- No te culpes. Eso afectará a tu autoestima. Recuerda que la responsabilidad es de la otra persona, no tuya.
- Date tu tiempo para decidir qué deseas hacer. Tras conocer una infidelidad, cualquier decisión que tomes va ser bajo las emociones que sientes. Lo mejor para combatir ese tiempo doloroso es centrarte en ti, cuidarse, mimarse, darse cariño. Continúa con tu rutina y ocupaciones, te mantendrán con la atención en otra cosa. Pero comprende que vas a sentir emociones desagradables durante un tiempo.
- Permítete momentos de bajón para reflexionar pero limitados en el día. No es conveniente estar todo el día dando vueltas al mismo tema.
- Céntrate en el análisis del presente y del futuro. La historia de amor de la pareja se ve desde una nueva óptica, modulada por las emociones que se sienten en ese momento.
- Apóyate en familiares y amigos. Posiblemente escuches muchos comentarios, consejos. Recuerda que eres tu quién tomarás la mejor decisión.
- También puedes buscar apoyo de psicólogos expertos en pareja. Solicita asesoramiento de cómo superar la infidelidad. Te ayudará en este camino tan doloroso.
Cómo dejar de ser infiel
Hasta aquí he hablado de cómo superar la infidelidad, centrándome tal vez en la persona que la sufre, que es engañada. Pero también la persona que es infiel en ocasiones lo vive con un sentimiento de falta de control de sus impulsos que le genera sufrimiento y confusión. ¿Cómo se puede dejar de ser infiel?.
El que es infiel puede que lo haya sido en una ocasión eventual, y tiene claro que no va a repetir, o es infiel una vez tras otra.
Si la infidelidad se lleva acabo una y otra vez, primero pararse hay que pararse a pensar que puede tratarse de un problema, bien de control de los deseos hacia otra persona que no es tu pareja, bien porque ya no se quiere estar con la pareja. Es conveniente reflexionar con calma sobre ello. Solo a partir de ahí podrás avanzar.
Si lo que quieres es dejar de ser infiel, tienes que analizar la voluntad que tienes para resistirte a tus deseos por otra persona que no es tu pareja y cambiar tu comportamiento infiel. Ese cambio de comportamiento puede conllevar, no quedar con la otra persona, no llamar… no mantener contacto. Comprende que durante un tiempo vas a pensar en esa persona, la vas a echar de menos. Digamos que se pasa una especie de duelo amoroso donde las emociones y pensamientos van a estar modulados por una ruptura con la otra persona a la vez que vas a recuperar tu relación de pareja. Puede que incluso aumente el mal humor con tu pareja, sientes enfado por perder a alguien y duele, e incluso te sientes culpable por lo que le has hecho a tu pareja. Cambia el concepto de culpabilidad por el de responsabilidad. La culpa te atormenta, en cambio, la responsabilidad te convierte en dueño de tus actos y te dota de la libertad de poder actuar de otra forma en el futuro. Date tu tiempo. Si ya has decidido dejar de ser infiel cada cosa volverá a su lugar. Piensa también que si este proceso se hace demasiado doloroso y confuso puedes acudir a un psicólogo o psicóloga especialista para que te ayude.
Por otra parte, hay que tener presente que la vida en pareja no está hecha para todo el mundo. Cada persona tiene que elegir su camino. Tener una relación supone establecer un compromiso pactado con otra persona, y eso, como otros muchos compromisos en la vida, implica disfrutar de una serie de cosas pero también renunciar a otras. La base es el respeto hacia tu compañero o compañera, la firmeza en los sentimientos y la lealtad.
El tema de la infidelidad es tan apasionante como complejo y extenso, es un asunto que afecta de igual modo a mujeres y hombres, pero que por convenciones, roles y estereotipos, tiene diferentes consecuencias emocionales… En cualquier caso es importante entre tanta confusión centrarse en ciertos términos que a veces lo simplifican todo: lealtad, empatía, respeto, claridad… Tu eliges.
Editorial
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Han colaborado en el contenido:
Psicóloga Sanitaria. Experta en Terapia de Pareja y Sexualidad. Especialista en conflictos de pareja e intervención familiar.
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