Enganchados a La Aguja
Muchas personas vuelven a pasar por el quirófano porque su anterior operación fue bien
Como el comer y el rascar, para algunos, la medicina estética también es solo cuestión de empezar. Primero, el aumento de pecho. Después, el arreglo de la nariz. Luego, los labios. Y, con el paso del tiempo, la temida papada y las delatoras patas de gallo.
¿Son ‘adictos al bisturí’? Según explica Francisco Gómez Bravo, cirujano plástico del Hospital 12 de Octubre y la Clínica Ruber de Madrid, en los últimos tiempos, sería más correcto hablar de ‘enganchados a la aguja’. «Se está notando un abuso de determinados tratamientos médico-estéticos», comenta este especialista, quien asegura que cada vez es más frecuente ver a gente en consulta «sobreparalizada por el botox».
De cualquier forma, los expertos consultados por ELMUNDO.es coinciden señalar que el término ‘adictos’ no refleja la realidad de la situación ya que, en la gran mayoría de los casos, no existe ninguna patología detrás de esos retoques recurrentes. «Muchos pacientes repiten en otras zonas del cuerpo porque han quedado satisfechos con una primera intervención. Conocen los riesgos y no tienen problemas psicológicos. En estos casos no hay ningún problema en que vuelvan a pasar por quirófano», remarca Gómez Bravo.