Guardar secretos ¿Es bueno tenerlos?

Guardar secretos

Natalia Franco, psicóloga sanitaria en el Centro de Psicología Área Humana, participa en la revista Mía Vital, en la sección «Auto conocimiento», para hablarnos de «guardar secretos». ¿Por qué tenemos secretos? ¿Es conveniente guardar secretos en la pareja? ¿Cuáles son los motivos más frecuentes por los que guardamos secretos?

«¿Es bueno guardar secretos?»

por Vicky Baniokou

Todos guardamos ciertas cosas para nosotros mismos, pero pocos sabemos mantener el equilibrio entre dar más o menos información.

Por qué guardar secretos

(Fotografía del artículo de la revista Mía Vital)

Si la Luna tiene una parte oculta, ¿nosotros por qué no? Al menos así es como lo vemos desde la perspectiva de la Tierra. Todo el mundo tiene secretos.

Guardarlos significa hacer valer nuestro individualismo y salvaguardar nuestro derecho a la intimidad. Pero ocultar secretos a las personas a las que se las quiere puede abrir una brecha emocional en la relación y alterar su estabilidad.

Hablamos con Natalia Franco, psicóloga del centro Área Humana (Madrid) para aclarar dudas.

¿Por qué ocultamos cosas?

Algunos psicólogos hablan de tres niveles de existencia que conviven dentro de cada persona.

  • El más externo es nuestro personaje; es decir, aquel que presentamos al mundo porque queremos que nos vean de determinada manera. Es la fachada que exhibimos, la imagen corporativa que nos define.
  • En un nivel intermedio estaría el yo cotidiano. Cuando estamos con nuestra familia o en un entorno donde nos sentimos cómodos, dejamos de lucir la fachada y nos permitimos ser naturales hasta cierto punto, pues hay un tercer nivel, que es la vida secreta.
  • En este último nivel sucede aquello que uno se permite ser cuando nadie está presente. Y esta vida secreta no tiene que ser necesariamente un asunto oscuro o turbio. A veces alberga solo el deseo de cambiar de empleo, una próxima separación o un nuevo proyecto muy esperado. Si la información se encuentra en ese nivel es porque la persona ha decidido que esos hechos no trasciendan aún.

Sin embargo, el ser humano casi siempre necesita un testigo a quien confiar aquello que no debe saberse. Aquí empieza la dificultad y el peligro.

¿Cuáles son los motivos más frecuentes para guardar secretos?

Infografía sobre guardar secretos

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Estos son algunos de los motivos:

La inseguridad

Algunos secretos crean la sensación de estar separado de los demás y no dejan a la persona sentirse verdaderamente auténtica. Es importante que las personas se sientan cómodas con todos los aspectos de sí mismas, pero hay situaciones en las que revelar parte de su identidad causaría más daño que bienestar.

La confidencia

A veces la confidencia pone en una difícil situación moral a quien la escucha. Cuando explicamos algo que puede comprometernos, somos conscientes de este riesgo. Hay que reflexionar sobre los motivos que nos ‘obligan’ a compartirlo.

La duda

Otro factor que hace guardar secretos es dudar sobre la veracidad de la información que tenemos. Un proyecto nuestro a medias o un dato que nos han confiado deja dubitativa a la persona que de repente se encuentra con el poder de revelar y hacer circular dicha información.

La costumbre

El perfil de las personas más propensas a omitir ciertas informaciones depende de las circunstancias. Sin embargo, aquellos que han sido discriminados en algún momento de su vida se han acostumbrado a ser más celosos de su intimidad.

Nuestro perfil

El género también influye en este tipo de actitudes: las mujeres son más propensas a mantener secretos que los hombres. Sin embargo, según indican varios estudios psicológicos, los que mejor los guardan son los hombres, ya que las mujeres los revelan en un periodo de tiempo de dos días.

El miedo

La inseguridad ante un comportamiento o un hecho que pueda rebajar las expectativas que el otro tiene sobre nosotros también está detrás del porcentaje de secretos entre amigos o en la pareja. El miedo sella nuestra boca.

(Te proponemos un artículo de Natalia Franco: «Sabes cuál es tu principal miedo», que incluye un test para reflexionar sobre tus miedos y técnicas para afrontarlos.)

¿Liberación o carga?

Un estudio publicado en la National Library of Medicine de Estados Unidos ha revelado que cada uno de nosotros guarda 13 secretos.

Los autores de la investigación han registrado varias categorías a las que pertenecen nuestros silencios. Algunas son tan sencillas como no hacer daño a otra persona o dar una sorpresa, mientras que otras ocultan una adicción patológica o un delito grave.

Pero quizás lo más curioso de los secretos sea que se trata de cuestiones que buscan ser expulsadas de la mente, por eso el hecho de contárselo a alguien tiene efectos beneficiosos para quien los revela..

“Practicar nuestro derecho de intimidad hace que nos sintamos auténticos, independientes y libres, incluso puede ayudar a prevenir consecuencias negativas o improductivas”. recalca Natalia Franco.

Sin embargo, hay ocasiones en las que al ejercer este derecho, dichos secretos comienzan a convertirse en un peso o una carga emocional si pensamos que no deberíamos tenerlos. Es decir, comienzan a interferir en nuestra vida cotidiana y empiezan a convertirse en una fuente de estrés.

Practicar nuestro derecho de intimidad hace que nos sintamos auténticos, independientes y libres.

Antes de revelarlo…

Lo más importante a tener en cuenta a la hora de plantearnos si revelar o no un secreto es: ¿cuál es el objetivo de ocultar esa información?, ¿qué va a aportar?, ¿qué consecuencias va a tener? y ¿qué quiero conseguir?

En el caso de una persona que está empezando a tener dudas acerca de su relación de pareja, ‘‘quizás todavía no es un buen momento para revelar esa información, y lo único que va a aportar es indefensión y angustia a la otra persona’’, aconseja la experta.

«Quizás todavía no es un buen momento para revelar esa información, y lo único que va a aportar es indefensión y angustia a la otra persona». Nos aconseja Natalia Franco

Guardar secretos en la pareja

En el área de las relaciones, el tema de los secretos entre los miembros es uno de los más frecuentes en consulta, y es que las creencias acerca de la sinceridad están presentes desde muy temprano. ‘‘Tenemos que ser sinceros con nuestra pareja, la confianza es clave para una pareja sana… Y efectivamente, la honestidad es vital para establecer un vínculo sano con la pareja, pero no hay que confundir la confianza con la sinceridad absoluta’’, explica Natalia Franco.

En otras palabras, la sinceridad al 100 % en la pareja no es sana, y tampoco realista. ‘‘A veces no nos paramos a pensar si la otra persona quiere tener conocimiento de dicha información’’, apunta Natalia Franco.

Tenemos que ser sinceros con nuestra pareja, la confianza es clave para una pareja sana… Y efectivamente, la honestidad es vital para establecer un vínculo sano con la pareja, pero no hay que confundir la confianza con la sinceridad absoluta.

La confianza en la pareja es un aspecto fundamental que se construye día a día, pero esto incluye también respetar el espacio del otro, sin que eso signifique mentir o traicionar.

También hay que reflexionar sobre dos ideas básicas. Cuando en una relación hay diálogo y conversación continua es una señal positiva para el futuro de esta, pero pone en duda lo que pasaría en un repentino ‘silencio’.

Puedes ver y descargar en pdf el artículo, (clic en ), tal y como aparece en la revista Mia Vital

Participa

Psicóloga Madrid Natalia FrancoNatalia Franco

Psicóloga Sanitaria. Especialista en intervención clínica. Experta en desórdenes emocionales.

Ponte en contacto con nosotrosEstamos a tu disposición para cualquier duda o consulta que desees hacernos | Psicólogos Madrid Centro de Psicología Área Humana

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