Cómo identificar el síndrome de burnout y qué hacer ante este complejo problema laboral

Cómo identificar el síndrome de burnout y qué hacer ante este complejo problema laboral

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(Tiempo de lectura 11 minutos)

Hace ya casi un mes de la vuelta al trabajo para muchas personas. Algunas, más allá del malestar que produce adaptarse y volver a las dinámicas laborales, sienten un profundo desánimo, cansancio y desilusión. Algunos de estos síntomas pueden ser la expresión del denominado Síndrome de Burnout.

A continuación os mostramos dos ejemplos de personas que padecerían este síndrome, al que comúnmente aludimos diciendo que estamos «quemados” en nuestro trabajo.

  • Víctor es un médico que lleva trabajando en oncología 12 años y ve como el exceso de burocracia afecta a los enfermos, demorando muchos procesos. Trabaja muchas horas y en distintos turnos, después de tanto tiempo siente que su formación no le ha preparado lo suficiente para el choque constante con el sufrimiento de las personas o la muerte. Trata con enfermos y familiares molestos y también estresados. Se siente agotado, ha comenzado a tener algunos problemas físicos y empieza a tener dudas sobre si ha elegido bien su profesión, porque le está costando ir a su trabajo. Además no sabe por qué, pero sus compañeros y compañeras están empezando también a quejarse y el ambiente está empeorando.
  • Marisa, es una profesora de 47 años. Era entusiasta en su trabajo, pero cada vez lo es menos, está “desgastada” dice. Su carga laboral cada vez es mayor, el trato con sus alumnos le sobrepasa, incluso ha sufrido burlas y vejaciones. No siente que tenga autoridad, y no ve que desde la administración atiendan a las necesidades que tienen los profesores en el aula. Han cambiado el modelo social, el modelo educativo y siente no tener recursos para abordas las situaciones que surgen. Se ve impotente, y cree que tanto esfuerzo hecho, durante tantos años, con tanta ilusión, no ha sido valorado, ni por alumnos, padres, ni por el propio equipo directivo del Centro. Ahora está de baja laboral por problemas de salud, para los que no encuentran explicación médica.

Experta en sindrome de burnoutPara aclararnos qué es el síndrome de burnout, cuáles son sus síntomas y manifestaciones, y conocer cómo se afronta y cuál es el tratamiento, hemos entrevistado a una experta en Salud Laboral, Elisa Sánchez, Psicóloga, Coach Ejecutivo (Executive Coach) en procesos individuales y de equipos, profesora en Prevención de Riesgos Laborales, Gestión Integrada de Calidad y Medio Ambiente, y Gestión de Recursos Humanos.

P. Cuándo al reincorporarnos al trabajo volvemos a sentir malestar de ese modo tan inmediato e intenso ¿puede significar que hay un problema más allá del habitual síndrome post-vacacional?

Estaría bien revisar si es solo un proceso de adaptación normal o es un indicador de burnout.

El síndrome post-vacacional puede sentirse incluso días antes de volver al trabajo, si la persona anticipa el malestar que va a sentir. Puede tener dos vertientes, una más ansiosa y otra depresiva.

El síndrome post-vacacional debe ser entendido como una dificultad de adaptación a los cambios, suelen ser personas que se resisten a aceptar las cosas que ocurren. Si se produce especialmente en relación con el trabajo, o los lunes por ejemplo, posiblemente haya una insatisfacción laboral, tal vez el trabajo o la empresa no cubra nuestras necesidades.

El burnout es muy distinto a la insatisfacción laboral o síndrome post-vacacional Clic para tuitear

P. Empecemos por el principio ¿qué es el síndrome de burnout, es algo más que la típica expresión “estoy quemado”?

El síndrome de burnout es diferente a la insatisfacción laboral –no estoy a gusto con la tarea que realizo, con la manera de dirigir de mi jefe, con mi sueldo, etc.–

La palabra “burnout” tiene una difícil traducción al castellano, y normalmente se utilizan los términos “estar quemado”, “quemazón o hastío profesional”, estrés organizacional, ocupacional o el síndrome del cuidador descuidado.

Otros creen que lo más acertado es denominarlo “síndrome del carbonizado”

La definición dada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo es:

“Una respuesta al estrés laboral crónico integrada por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado. Esta respuesta ocurre con frecuencia en los profesionales de la salud y, en general, en profesionales de organizaciones de servicios que trabajan en contacto directo con los usuarios de la organización”. (Fuente, NTP 704).

El síndrome de burnout tiene tres componentes:

  1. Cansancio Emocional (C.E.), que indica el grado en que el sujeto se siente emocionalmente cansado y exhausto por el propio trabajo. Sentimientos de estar sobrepasado y agotado por el trabajo. La persona se siente fatigada al levantarse ante la perspectiva de tener que afrontar una nueva jornada laboral.
  2. Despersonalización (D.P.), que refleja si el sujeto se muestra distanciado, con falta de sentimientos y poca respuesta hacia los que reciben el servicio. Responde con dureza a las personas receptoras de su servicio. Consiste en un cambio negativo de las respuestas hacia los demás.
  3. Realización personal (R.P.), que indica el grado en que el sujeto tiene sentimientos de competencia y éxito profesional. La persona con burnout no se siente realizada personalmente, carece de sentimientos de éxito o competencia en el trabajo y presenta sentimientos de indefensión y baja autoestima. Implica una respuesta negativa hacia uno mismo.

Cómo reconocer el burnout

Cansancio emocional, despersonalización y no sentir realización profesional… 3 signos del burnout Clic para tuitear

P. ¿Qué diferencia hay entre síndrome de burnout y síndrome post-vacacional?

El síndrome post-vacacional es puntual y breve (suele tener una duración de 7-10 días máximo), suele estar asociado a dificultades de adaptación a los cambios y a insatisfacción laboral

Sin embargo el burnout es considerado un riesgo psicosocial asociado al estrés laboral, que se desarrolla a largo plazo y que afecta a un gran número de profesionales, especialmente de los sectores sanitario y educación.

P. Un persona con síndrome de burnout ¿sólo manifiesta sus problemas en el trabajo o también afecta a su vida personal, familiar…?

El origen es profesional, pero como se indica en el último de sus componentes, “baja realización profesional y personal”, ya se ven afectados otros ámbitos de su vida; al verse afectada su autovaloración, su autoestima puede repercutir en más aspectos como es el ámbito familiar y social. Por ello suele identificarse este síndrome cuando la persona muestra síntomas depresivos.

P. ¿Cuáles dirías que son las principales manifestaciones, los síntomas más destacables, del síndrome de burnout?

Algunos de los síntomas más frecuentes son: irritabilidad, problemas digestivos, dolores de cabeza, dolores musculares, insomnio, incapacidad para relajarse, fatiga, depresión, dificultades de concentración, ansiedad, pánico, problemas relación con familia y amigos, y también problemas para la comunicación y el trabajo en equipo

P. ¿Podemos considerarlo un trastorno psicológico?

Es un riesgo psicosocial profesional, cuyas consecuencias, estrés, ansiedad o depresión sí pueden ser consideradas trastornos psicológicos. Es un síndrome porque conlleva un conjunto de síntomas que no son iguales en todas la personas.

P. Todos y todas vivimos en el ámbito laboral, como en otras facetas de nuestra vida, dificultades, ajustes y procesos de adaptación, pero ¿qué indicios deberían hacer disparar nuestras alarmas?

  • Sensación de malestar intenso, frecuente o prolongado en el tiempo.
  • Sentimientos de estar desbordados y no poder hacer frente a lo que nos ocurre.
  • Sientes que no te apetece ir al trabajo, que ya no te satisface.

También es importante escuchar lo que nos dicen otras personas cercanas, si ellos detectan algún cambio importante en nuestro comportamiento o comunicación

P. ¿Cualquier persona puede sufrir síndrome de burnout o hay una “tipología” de personalidad que nos hace más frágiles, más vulnerables a este síndrome?

Las últimas investigaciones lo relacionan con la Autoeficacia percibida, «creencias en las propias capacidades para organizar y ejecutar los cursos de acción requeridos que producirán determinados logros o resultados» (Bandura, 1997); es decir, aquella sensación interna que la persona experimenta en lo que siente y piensa que es competente y cree en sus propias capacidades, lo que le posibilita el logro de objetivos. Las personas con mayor autoeficacia percibida, pondrían en marcha otros recursos de afrontamiento diferentes a la despersonalización

La autoeficacia percibida, o la forma en la que nos valoramos es decisiva en el burnout Clic para tuitear

P. Y en relación al contexto ¿qué factores externos pueden incidir en el síndrome de Burnout o incluso originarlo?

Diferentes factores laborales (la organización o empresa), como son: estructura de la organización muy jerarquizada y rígida, exceso de burocracia, «burocracia profesionalizada», falta de participación de los trabajadores, relaciones conflictivas en la organización, estilo de dirección inadecuado, etc

Otras causas pueden estar relacionadas con el trabajo desempeñado: sobrecarga de trabajo, exigencias emocionales en la interacción con el cliente, descompensación entre responsabilidad y autonomía, falta de tiempo para la atención del usuario (paciente, cliente, subordinado, etc.), carga emocional excesiva, falta de apoyo social, poca autonomía decisional, etc

P. ¿Puede prevenirse? ¿Hay algo que podamos hacer o entrenar para ser menos vulnerables?

Experta en Salud Laboral

Sí, pero el problema es que no depende todo de nosotros como trabajadores, sino de las Empresa e Instituciones.

Aún hay mucho que hacer por parte de ellas, por ejemplo:

  • Realizar la identificación y evaluación de riesgos psicosociales, modificando aquellas condiciones específicas y antecedentes que promueven la aparición del Síndrome.
  • Establecer programas de acogida que integren un trabajo de ajuste entre los objetivos de la organización y los percibidos por el individuo.
  • Establecer mecanismos de feedback o retroinformación del resultado del trabajo.
  • Promover el trabajo en equipo.
  • Disponer de oportunidad para la formación continua y desarrollo del trabajo.
  • Aumentar el grado de autonomía y control del trabajo, descentralizando la toma de decisiones.
  • Establecer líneas claras de autoridad y responsabilidad.
  • Definición de competencias y responsabilidades. Es esencial conseguir un diseño óptimo de las funciones y responsabilidades propias de la actividad laboral para reducir el estrés de la misma, por ejemplo, a través de formación dirigida a mejorar los recursos instrumentales en su trabajo, así como a aumentar la competencia psicosocial del profesional.
  • Regular las demandas en lo referente a la carga de trabajo, adecuarla.
  • Mejorar las redes de comunicación y promover la participación en la organización.
  • Fomentar la colaboración y no la competitividad en la organización.
  • Fomentar la flexibilidad horaria.
  • Favorecer y establecer planes de promoción transparentes e informar de los mismos.

Sería bueno que el lector y lectora pensara en estos aspectos citados, y si se cumplen en sus Centros de Trabajo. Conocer también es prevenir.

Más información en Psicología y Psiquiatría

Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo | Guía electrónica para la gestión del estrés y los riesgos psicosociales

Hay toda una serie de acciones y estrategias que nos hacen menos vulnerables al síndrome de burnout Clic para tuitear

P. ¿Hay un tratamiento eficaz para el síndrome de burnout?

Infografía tratamiento del burnout

clic para ampliar

Sí, habría que intervenir sobre los síntomas concretos (que en muchas ocasiones dependen de la fase de desarrollo del problema), por ejemplo: síntomas de ansiedad o de depresión. Además suele ser necesario trabajar la autoestima.

En líneas generales se realiza una intervención en:

  • Mejorar los recursos de resistencia y proteger a la persona para afrontar las situaciones estresantes.
  • Formar en la identificación, discriminación y resolución de problemas.
  • Entrenar en el manejo de la ansiedad y el estrés en situaciones inevitables de relación con el usuario.
  • Entrenamiento en el manejo de la distancia emocional con el usuario, manteniendo un equilibrio entre la sobreimplicación y la indiferencia (sobre todo cuando se trabaja con enfermos, o personas que sufren).
  • Aumentar los recursos o habilidades comunicativas y de negociación.

Pero quiero hacer una llamada, es importante dotarnos de estas capacidades antes, “vacunarnos”, “ponernos un casco” sobre todo si trabajamos en determinadas empresas o entidades (juzgados, hospitales, centros de enseñanza…).

P. ¿Hay nuevos estudios, investigaciones o enfoques científicos sobre el síndrome de Burnout?

Desde la psicología positiva se han realizado estudios sobre el Engagement, como lo opuesto al burnout. El engagement o compromiso es un estado afectivo positivo, relativamente persistente, de plenitud, que es caracterizado por el «vigor», la «dedicación» y la «absorción» o concentración en el trabajo

En segundo lugar la Autoeficacia percibida comentada anteriormente.

Y por último, el mindfulness y la compasión, entendida desde la visión oriental como: “una orientación de la mente que reconoce el dolor y la universalidad del dolor en la experiencia humana y la capacidad de afrontar el dolor con bondad, empatía, ecuanimidad y paciencia (…) es la capacidad de abrirse a la realidad del sufrimiento y de aspirar a su curación” (Fadman y Kuyken, 2011).

P. Esta entrevista está dirigida a los lectores de nuestro Blog, cuyo objetivo es aportar ideas, reflexiones, información y conocimiento, así como consejos y ayuda, ¿podrías darnos una breve lista de pautas para afrontar el burnout del mejor modo posible?

  • En primer lugar conocerlo e informase sobre él, saber las diferencias respecto a la insatisfacción laboral y el estrés. Esto es importante también para prevenir.
  • Aprender técnicas para afrontar el estrés de una manera más efectiva que la despersonalización, por ejemplo mediante técnicas cognitivas, técnicas de relajación y mindfulness. Es muy importante aprender a desconectar al salir del trabajo.
  • Diferenciar empatía (comprender, entender cómo se siente el otro) de simpatía (validar, aprobar, estar de acuerdo…) y contagio emocional (sentir lo mismo).
  • No asumir responsabilidades que no son propias de las funciones desempeñadas, por ejemplo diferenciar cuidar de curar.

Y como conclusión diría que es fundamental prestar atención a nuestras emociones y a nuestro cuerpo; y si no nos sentimos bien, pararnos a ver que está sucediendo y buscar ayuda de un psicólogo, si nos sentimos desbordados o desbordadas por estas situaciones profesionales.

Experta

Psicóloga y Coach Ejecutivo Elisa SánchezElisa Sánchez

Psicóloga y Coach Ejecutivo. Profesora en Prevención de Riesgos Laborales, Gestión Integrada de Calidad y Medio Ambiente, y Gestión de Recursos Humanos. Responsable del Área de Empresas y Psicología Organizacional de Área Humana.

Ponte en contacto con nosotrosEstamos a tu disposición para cualquier duda o consulta que desees hacernos | Psicólogos Madrid Centro de Psicología Área Humana

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