
¿Se puede hablar de dependencia emocional positiva o funcional?
Índice de Contenidos
- Identificando la dependencia emocional. 4 casos para reflexionar
- ¿Hay una dependencia emocional positiva o funcional?
- ¿Es malo ser dependiente emocional de mi pareja?
- El mito de la independencia emocional
- Entonces ¿Qué es la dependencia emocional?
- Los 4 tipos de dependencia: De lo adaptativo a lo patológico
- 1. La dependencia emocional adaptativa
- 2. Patrones sumisos de dependencia emocional
- 3. Patrones evitativos de dependencia emocional
- 4. Patrones dominantes de dependencia emocional
- Decálogo para identificar la dependencia emocional patológica
- QUIZ: Descubre cuál es tu patrón de dependencia en pareja
- Decálogo para superar la dependencia emocional
- Conclusión y bibliografía
- Autora
- Puntúa y comparte
Cuando piensas en dependencia emocional, ¿qué te viene a la cabeza? ¿Qué tipo de relaciones de pareja imaginas? ¿Qué emociones, pensamientos y comportamientos crees que hay tras este estilo de relación? Y la pregunta más delicada: ¿Crees que eres una persona con dependencia emocional?
Identificando la dependencia emocional. 4 casos para reflexionar
A continuación, voy a describirte a cuatro personas y como viven sus relaciones de pareja. Me gustaría que trates de identificar cuál de ellas puede ser una persona emocionalmente dependiente.
Alba
Alba aprecia enormemente su independencia, por este motivo, cada vez que empieza a quedar con alguien, teme perder su libertad y empieza a sentirse incómoda al notar que la otra persona demanda más implicación por su parte.
Esto hace que Alba cada vez se muestre más distante en sus relaciones.
Luis
Luis tiene muy claro lo que espera de su pareja, y no duda en dejarlo claro. Comenta a menudo que no tiene ningún problema para pasar página si sus parejas no cumplen sus expectativas. Sin embargo, Luis suele estar muy pendiente de las cosas que hace su pareja y con quién las hace. Si en algún momento interpreta que su pareja está algo más distante, demanda tiempo y atención exclusiva para él.
Lola
Lola lleva unos meses con su pareja, todo parece ir bien en la relación, se entienden y disfrutan de actividades juntos. No sabe por qué, aunque todo vaya bien entre ellos, muy frecuentemente piensa que la abandonará. Estos pensamientos le generan mucho malestar, por lo que intenta no molestar a su pareja, no discutir y adaptarse a todo lo que le propone.
Nacho
Nacho tiene pareja desde hace un año, se siente a gusto y disfruta del tiempo en pareja y de su tiempo para él. Aunque él y su pareja discuten de vez en cuando, suelen escucharse y llegar a acuerdos conjuntamente. Nacho siente que puede contar con su pareja y ambos confían en que la relación es un espacio que les proporciona la seguridad necesaria para evolucionar, tanto individualmente como en pareja.
¿Por quién te decantarías si tuvieras que escoger cuál de todos los casos tiene un patrón de dependencia emocional?
En este artículo te proponemos 4 casos de dependencia emocional. ¿Podrías decirnos si alguno –o todos ellos– representan una forma de dependencia emocional sana o positiva? Clic para tuitear¿Y si te dijera que todos son ejemplos de dependencia?
Imagino que no esperabas esta respuesta, ¿verdad? Pero ¿ser dependiente es siempre disfuncional? ¿Se puede hablar de dependencia emocional positiva o funcional?
¿Hay una dependencia emocional positiva o funcional?
Te propongo que profundicemos en qué es la dependencia emocional, en si es siempre negativa y disfuncional. Te explicaré los diferentes tipos de dependencia emocional.
Hablaré sobre qué hacer para transformar la dependencia patológica en una dependencia sana. Daré algunas claves sobre cómo desarrollar relaciones sanas desde una dependencia funcional para tener buenas relaciones de pareja.
¿Es malo ser dependiente emocional de mi pareja?
Necesitamos vincularnos con otras personas para estar emocionalmente sanos, sanas y en equilibrio. Vincularnos significa depender, contar con la otra persona, compartir, colaborar y gestionarnos juntos.
Es lo que en la Psicología se llama la Paradoja de la dependencia: Cuanto más eficiente es la dependencia emocional mutua de dos personas, más independientes se vuelven y más se centran en sus propias actividades («Maneras de Amar». Amir Levine y Rachel Heller).
La teoría del apego diferencia entre apegos seguros e inseguros. Cuando desarrollamos un apego seguro, aprendemos a: identificar, comunicar y cubrir nuestras necesidades, a regularnos emocionalmente, desarrollamos creencias realistas sobre cómo funciona el mundo y aprendemos sobre los demás y sobre cómo cuidarles.
En el apego seguro hay equilibrio entre mis necesidades y las del otro. Es decir, facilita una dependencia en pareja saludable.
Por lo tanto, a través de un apego seguro aprendemos a sentirnos seguros y seguras, a ser autónomos y a tener relaciones igualitarias (Gómez Zapiain, 2018). Es decir, hay un tipo de dependencia que es sana.
Por otro lado, la dependencia emocional patológica dificulta mantener relaciones sanas, e implica más riesgo de sufrir violencia en las relaciones de pareja (Moral, García, Cuetos y Sirvent, 2017).
En conclusión, existe tanto dependencia sana como dependencia patológica. En definitiva, ser dependiente –si esta dependencia es sana– no es intrínsecamente negativo.
La dependencia emocional no es un tema sencillo. De igual modo que hay apegos positivos y apegos negativos, la dependencia emocional puede ser funcional y adaptativa. ¡No te pierdas nuestro artículo! Clic para tuitearEl mito de la independencia emocional
Es frecuente encontrarme con personas que acuden a consulta que me dicen: “no quiero ser dependiente, quiero ser totalmente independiente”.
Ahora me gustaría que te imaginaras a una persona que no se relaciona con nadie, que no tiene vínculos afectivos, que no se apoya en los demás, ni está disponible para compartir aspectos de su vida con los demás. ¿Te parece la personificación de la salud emocional y el bienestar en pareja? No lo creo.
Necesitamos los lazos afectivos. Lo natural y sano es vincularse, conectar, tener una dependencia sana.
Te propongo que cambiemos nuestro concepto de dependencia. Sí, existe la dependencia emocional patológica, pero lo contrario a dependencia emocional patológica no es la independencia emocional. Lo contrario es la dependencia emocional sana, el equilibrio en nuestras relaciones con los demás y con nosotras o nosotros mismos.
Entonces ¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia es conexión. Conexión conmigo –mi autoestima, lo capaz que me siento de cubrir mis necesidades– y conexión con los demás –como me relaciono, mis expectativas sobre los demás–.
La dependencia será sana o patológica dependiendo de cómo sea esta conexión conmigo y con los demás, si es adaptativa será sana y si no lo es será una dependencia patológica.
En la dependencia emocional patológica en pareja, se ven relaciones de pareja que tienden a mostrar patrones disfuncionales y son una fuente de malestar.
Los 4 tipos de dependencia: De lo adaptativo a lo patológico
Una vez que hemos comprendido que la dependencia emocional en pareja puede ser sana o patológica vamos a profundizar en los tipos de dependencia emocional a través de los cuatro ejemplos.
Los podemos resumir en 4 tipos:
- Dependencia emocional adaptativa.
- Patrones sumisos de dependencia emocional.
- Patrones evitativos de dependencia emocional.
- Patrones dominantes de dependencia emocional.
1. La dependencia emocional adaptativa
¿Recuerdas a Nacho? Nacho puede gestionar sus emociones, tiene una autoestima sana, se siente seguro y comparte su vida y sus emociones, apoya y se apoya en su pareja, que llega a acuerdos y cubre sus necesidades sin pasar por encima del otro, además es autónomo y tiene vida más allá de la pareja. Por supuesto le importa su pareja y depende de esta, ya que comparten su vida, pero se vincula de forma sana.
Veamos ahora las características de tres patrones de dependencia patológica, basados en la clasificación del psicólogo Arun Mansukhani, (2017).
2. Patrones sumisos de dependencia emocional
Este es el patrón que la mayoría de las personas se imagina al pensar en dependencia. Solemos imaginar a alguien como Lola, que busca constantemente estar en relaciones de pareja, que sufre temor por ser abandonada, que no atiende sus necesidades personales ni las expresa y está centrada en complacer a su pareja.
Lola cuida la pareja, pero se olvida de sí misma cuando está en relación, por lo que suele tener sentimientos de frustración y hace demandas constantes de atención a su pareja.
3. Patrones evitativos de dependencia emocional
Pensemos en el ejemplo de Alba, que se siente invadida y que se distancia de sus parejas. Estos patrones se sienten incómodos en la proximidad e intimidad. Parecen regularse bien emocionalmente, cuando en realidad lo que hacen es evitar o suprimir la experiencia emocional ya que no toleran bien las emociones desagradables. Tienen dificultad para confiar en los demás y temen perder su libertad por lo que suelen basar su autoestima en el rendimiento y los logros.
4. Patrones dominantes de dependencia emocional
Este sería el caso de Luis, aunque parece que se comunica, es tajante y busca dominar la relación según sus criterios. Muestra temor por ser controlado o rechazado.
Las personas que tienden a establecer patrones dominantes de dependencia suelen tener la necesidad de controlar la relación, muestran frecuentemente celos patológicos y son reactivos cuando algo no les encaja, llegando a romper sus relaciones con frecuencia
Estos dos últimos tipos, el evitativo y dominante, ante una ruptura real o percibida suelen desrregularse emocionalmente y mostrar reacciones del patrón sumiso.
Es importante recalcar que los patrones no son inamovibles, ni tienen una causa única.
Contar con el asesoramiento y la dirección de un psicólogo o psicóloga, puedes facilitarte el aprender y modificar tus patrones, y mejorar tu bienestar y tu vida en pareja.
Es muy importante identificar cuál es tu patrón de dependencia en la pareja. Eso te va a permitir tomar decisiones e iniciar un cambio. Pero también desde la Psicología te podemos enseñar a entender como se ha construido este patrón que te dificulta tener el equilibrio que deseas en pareja, así como a gestionar tus relaciones emocionales de una forma más satisfactoria.
Decálogo para identificar la dependencia emocional patológica
¿Piensas que puedes tener una dependencia emocional patológica?
Como hemos visto, la dependencia emocional patológica no tiene un origen único ni se presenta igual en todas las personas.
Partiendo de mi experiencia en consulta, he resumido los principales factores presentes en lo que comúnmente entendemos por un patrón de dependencia emocional patológica:
- Posees un estilo de apego inseguro.
- Tienes dificultad para autorregularte emocionalmente cuando sientes malestar –tengas pareja o no–, por ejemplo, realizando actividades que disfrutas, aceptando las emociones desagradables…
- Percibes que tienes una baja autonomía. Puede que te cueste identificar, expresar o cubrir tus propias necesidades –la necesidad de descansar, de disfrutar en pareja de actividades que tú eliges– y que te centres en exceso en atender las preferencias de tu pareja. Del mismo modo esperas que tu pareja esté disponible constantemente y que cubra prácticamente todas tus necesidades.
- Tienes una baja autoestima (Urbiola et al., 2017), confías poco en ti y crees que tu valor depende de la opinión que tu pareja o los demás, tengan de ti.
- Tienes un estilo de comunicación pasivo, en general y también en pareja. Es decir, te cuesta marcar límites, mostrar asertividad, decir no y defender tus derechos. Sueles tomar un rol de sumisión o de cuidador hacia tu pareja.
- Tienes creencias erróneas sobre ti y tus relaciones de pareja –no soy suficientemente bueno o buena y me va a abandonar, debo complacer–. Y sobre las relaciones de pareja, crees en mitos del amor romántico, como que la felicidad y el bienestar provienen únicamente de la pareja.
- Temes el abandono y el rechazo, sientes ansiedad ante una posibilidad real o percibida de la separación de tu pareja. Tienes una tendencia excesiva a complacer a tu pareja y “prevenir” o evitar un posible abandono o rechazo. Necesitas confirmar a menudo que la relación no está en peligro.
- Sueles tener relaciones “conflictivas” que son fuente de malestar. Suele haber “luchas de poder” y dinámicas de sumisión-dominancia.
- Sientes de forma frecuente emociones desagradables e intensas en tu relación de pareja. La dependencia emocional patológica se ha relacionado con sintomatología, como la ansioso-depresiva (Castelló, 2005; Santamaría et al., 2015) y celos patológicos (Echeburúa y Amor, 2016).
- Tienes dificultades para finalizar relaciones, incluso cuando estas no te hacen bien –lo que se llaman relaciones tóxicas–.
QUIZ: Descubre cuál es tu patrón de dependencia en pareja
Lee atentamente cada pregunta y elige la opción que más encaje con cómo te sientes en general cuando estás en una relación de pareja. Si justo estás pasando por una ruptura, intenta centrarte en cómo te sientes normalmente cuando estás en relación.
Este quiz no es una prueba diagnóstica ni determina con exactitud tus patrones relacionales, es una forma de empezar a reflexionar sobre cómo funcionas en tus relaciones de pareja.
Si quieres ahondar en este tema te recomiendo que consultes con un o una profesional de la Psicología para comprender mejor tus patrones relacionales y comenzar a trabajar en desarrollar patrones más saludables para mejorar tus relaciones de pareja y tu bienestar.
Decálogo para superar la dependencia emocional
La Psicología posee conocimientos y métodos cada vez más eficaces para desaprender nuestros aprendizajes disfuncionales y limitaciones, y hace posible gestionar la dependencia emocional disfuncional, transformando nuestras relaciones en otras más sanas y felices.
Tenemos la capacidad de aprender patrones relacionales nuevos acompañados de un psicólogo o psicóloga expertos en este tema.
Sin duda, con la información que te aportamos en este artículo ya eres más consciente de como funcionas en pareja. Para continuar, te propongo 10 pasos y reflexiones que puede ser el comienzo del camino que te llevará a reducir la dependencia emocional patológica en pareja.
- Sé consciente de cuál es tu estilo de apego. Entender cómo te relacionas en pareja es el primer paso. Te invito a hacer un repaso del histórico de tus relaciones para ver si identificas patrones de dependencia recurrentes.
- Identifica tus miedos sobre las relaciones y lo que sueles hacer para calmarlos. ¿Necesitas constantemente la presencia de tu pareja, ya sea física o emocionalmente? ¿Te cuesta calmarte si no consigues contactar con tu pareja por lo que llamas muy frecuentemente? Escribe cuáles son tus temores en la relación y pregúntate si estos están basados en datos objetivos o en lo que sientes.
- Aprende a regularte emocionalmente. Hay muchas formas de hacerlo. Cuenta con alguien que te guíe, puedes comenzar por explorar en que consiste la regulación emocional.
- Poténciate como persona y crea tu espacio individual. Identifica aquello que te genera curiosidad y bienestar. Pon el foco en lo que tú disfrutas y crea espacio en tu día a día para esas actividades. Haz planes con amigos, familia e incluso por tu cuenta, crea tu espacio individual fuera de la pareja.
- Impulsa tu autoestima. Te recomiendo un artículo muy interesante sobre cómo comenzar a hacerlo de mi compañera Natalia Franco.
- Cuestiona los mitos del amor romántico, esto te ayudará a crear expectativas realistas sobre las relaciones de pareja.
- Potencia tu diálogo interno sobre tu relación. Cuando te des cuenta de que haces esfuerzos desmedidos por complacer, respira y párate a comprender que está ocurriendo: ¿Qué creo que ocurrirá si no lo hago? ¿Realmente cambiaría la opinión que el otro tiene de mí? ¿Me estoy dejando llevar por el malestar que me genera no complacer?
- Entrena tu asertividad en pareja, aprende a comunicar tus necesidades.
- Detecta las dinámicas inadecuadas que tienes en tu pareja y cámbialas para tener una relación sana y equilibrada.
- Busca apoyo psicológico si lo necesitas. No siempre es fácil hacerlo sin asesoramiento y acompañamiento, no te frustres si no lo estás consiguiendo, es más sencillo ir dando pasos certeros acompañados de una psicóloga o un psicólogo expertos.
Conclusión y bibliografía
Puedes transformar la dependencia emocional patológica y ajustarla a un grado óptimo de dependencia –lo que he denominado dependencia funcional y adaptativa– que te permita tener relaciones sanas y felices en pareja y que promueva tu bienestar.
Bibliografía:
Apego y Terapia sexual, de Javier Gómez Zapiain
Maneras de Amar, de Amir Levine y Rachel Heller.
Mansukhani, A. (2017). Los patrones de vinculación patológica: más allá de la dependencia emocional. En M.A. Cabello-García, F.J. del Río y F. Cabello-Santamaría (compiladores). Avances en Sexología Clínica, 191-200. Cádiz: Editorial Sotavento.
Santamaría, J. J., Merino, L., Montero, E., Cano, M., Fernández, T., Cubero, P., López-Fernández, O. y González-Bueso, V. (2015). Perfil psicopatológico de pacientes con dependencia emocional. Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace, 116, 36-46.
Echeburúa, E. y Amor, P. J. (2016). Hombres violentos contra la pareja: ¿tienen un trastorno mental y requieres tratamiento psicológico? Terapia Psicológica, 34(1), 31-40.
Moral, M. V., García, A., Cuetos, G. y Sirvent, C. (2017). Violencia en el noviazgo, dependencia emocional y autoestima en adolescentes y jóvenes españoles. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 8(2), 96-107.
Urbiola, I., Estévez, A., Iruarrizaga, I. y Jauregui, P. (2017). Dependencia emocional en jóvenes: relación con la sintomatología ansiosa y depresiva, autoestima y diferencias de género. Ansiedad y Estrés, 23(1), 6-11.
Castelló, J. (2005). Dependencia emocional: características y tratamiento. Madrid: Alianza.
Autora

Psicóloga Habilitada Sanitaria. Experta en Trastornos de la Conducta Alimentaria. Especialista en Sexología Clínica y disfunciones sexuales. Especialista en desórdenes emocionales y del estado de ánimo.
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