102019Sep
¿La edad nos vuelve más gruñones o gruñonas?

¿La edad nos vuelve más gruñones o gruñonas?

(Tiempo de lectura 6 minutos)

Juan Cañadas, psicólogo sanitario en el Centro de Psicología Área Humana, participa en la revista del «Club Gente Saludable», una publicación de «Saber Vivir», en la sección «Bienestar», para hablarnos sobre una idea muy extendida: el incremento del mal humor con la edad. ¿Es cierta? ¿Qué dice la Psicología sobre esta afirmación? ¿Nos volvemos, realmente, más gruñones o gruñonas con la edad?

(A continuación reproducimos el artículo).

Aspectos psicológicos del mal humor con la edad

¿Nos volvemos más gruñones o gruñonas con la edad?

El actor Fernando Fernán Gómez interpretó en multitud de ocasiones esa figura de señor mayor malhumorado. ¿Hay algo de cierto en la creencia de desarrollar un carácter más arisco con el paso de los años?

Quizá el cine haya alimentado esa versión del abuelo con mucho genio que no se callaba ante nada. Películas como «Belle Epoque» nos ofrecieron esa imagen de señor pasados los 70 años, escarmentado de tanto como había vivido y que decía lo que pensaba sin importarle si molestaba a alguien. ¿Estamos abocados a ser unos «viejos cascarrabias» o hay más mito que realidad en todo ello?

Tu personalidad manda

«Aunque las pérdidas, desengaños y malas experiencias van aumentando a medida que pasan los años, eso no es suficiente motivo para agriar nuestro carácter. Nuestra personalidad viene determinada por varios factores: una predisposición biológica/genética (que hace que seamos propensos a desarrollar unos rasgos u otros), y las experiencias que vivimos a lo largo de los años (especialmente desde que nacemos hasta los 6 años), y los modelos de comportamiento que aprendemos. Es la combinación entre estos tres factores la que hace que seamos de una manera o de otra. Y a pesar de que con el paso del tiempo vamos evolucionando, aprendiendo y se van produciendo pequeñas modificaciones, esta forma de ser tiende a mantenerse estable», afirma Juan Cañadas, psicólogo de Área Humana Psicología.

«Nos volvemos más gruñones o gruñonas con la edad». La forma en la que procesemos las nuevas experiencias y situaciones, nuestros aprendizajes y también nuestra personalidad, van a determinar si esta afirmación es o no cierta Clic para tuitear

Adaptarse a los cambios

Saber adaptarse a los nuevos acontecimientos y situaciones, para evitar el mal humor con la edad.

Adaptarnos para evitar mal humo con la edad

Con la llegada de la jubilación, muchas personas pueden sentir se desubicada. De la noche a la mañana deben cambiar su rutina diaria y buscar otras actividades que les motiven. Es entonces cuando uno puede empezar a mostrar malestar y quejarse más. Sin embargo, más que un cambio de carácter se trata de la respuesta ante la nueva situación que se está viviendo. Por ello, hay que intentar aceptarla cuanto antes y buscar nuevas alternativas de ocio que eviten que caigamos en estados de mal humor o incluso depresivos.

Siempre es buen momento para aprender nuevas maneras de actuar y cambiar lo que nos perjudica o hace daño.

El envejecimiento saludable requiere de nuestra mejor actitud. Lo contrario nos puede llevar a incrementar nuestro mal humor y mostrar un carácter cargado de crítica y de queja. Hablamos de este tema en el artículo de “Saber Vivir” Clic para tuitear

Mejora tu actitud y mejorará tu tendencia al mal humor con la edad

Nos sobran los motivos

Como decía Sabina en su canción «Más de cien mentiras»: «Tenemos el mal de la melancolía/La sed y la rabia, el ruido y las nueces», pero aunque pueda tener cierto sentido que cuando nos hacemos mayores vamos acumulando malas experiencias, tu personalidad será la que decida si prefieres aprender de ellas y tirar para adelante con una sonrisa o regodearte. A todos nos han pasado cosas tristes llegados a una edad: podemos haber perdido seres queridos, estar sufriendo alguna enfermedad y tener achaques o dificultades para realizar actividades que anteriormente hacíamos sin problema. Además, está aceptado socialmente que cuando uno se hace mayor puede quejarse más y nos creamos con derecho a hacerlo. Sin embargo, ¿de qué te sirve estar malhumorado todo el día? Está comprobado que sonreír mejora nuestro ánimo cuando estamos tristes, aumentando los pensamientos positivos.

«Para evitar una tendencia al mal humor con la edad, una de las claves es aprender a adaptarse, con la mejor actitud, a los nuevos acontecimientos y situaciones» Juan Cañadas. Psicólogo especialista en emociones Clic para tuitear

Mejorar las relaciones familiares y sentir mayor atención es esencial para evitar el mal humor con la edad

Más atenciones

Más atenciones para evitar el mal humor con la edad

«En algunos casos, las quejas de la gente mayor van asociadas a una llamada de atención a su familiares. Me quejo o muestro mi preocupación excesiva por algo para recibir más cuidados de mis seres queridos». Si este es tu caso, nada mejor que hablar directamente con ellos y decirles lo que piensas: que te gustaría verlos más a menudo, que esperas que vengan más a visitarte o que te avisen cuando vayan a realizar algún plan. No tiene que ser nada excepcional, puede tratarse de una tarde en el parque con tus nietos o una merienda tranquila.

Los miedos y preocupaciones excesivas generan mayor mal humor con la edad.

Miedos

Ajustar nuestros miedos en la edad adulta

En esta etapa de la vida, también es frecuente que aumenten nuestros miedos y preocupaciones: a la soledad, a sufrir dolor, a la posibilidad de enfermar o a preocuparnos por la situación en la que quedara nuestra familia el día que faltemos. No obstante, también en este caso nuestros temores serán más significativos si hemos sido personas miedosas a lo largo de la vida. Si de peque­ño nos asustaban los monstruos o quedarnos solos en casa, es esperable y coherente que en la edad adulta continúen nuestros miedos. Por el contrario, si nunca hemos sido miedosos, cuando lleguemos a la edad adulta, lo más probable es que continuemos sin serlo.

Consejos para mejorar el mal humor con la edad

Clic para ampliar

Párrafo resaltado  Una de las cosas en las que más trabajamos los psicólogos es en el hecho de que las malas experiencias que vivamos a lo largo de nuestra vida no se conviertan en malos aprendizajes y no nos hagan ser mas infelices, más temerosos o más desconfiados.

Te animo a que lo pongas en práctica en la medida de lo posible y con la máxima ilusión de la que seas capaz. Juan Cañadas. Psicólogo.

No tienes por qué ser un gruñón o gruñona cuando llegas a cierta edad. 4 consejos básicos desde la Psicología, para evitar la tendencia al mal humor a medida que nos hacemos mayores Clic para tuitear

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Juan Cañadas


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