132015May
Cuando la naturaleza te impide ser madre o padre

Cuando la naturaleza te impide ser madre o padre

(Tiempo de lectura 3 minutos)

La semana pasada iba por mi barrio caminando y me llamó la atención la cantidad de personas que iban con ramos de flores en sus manos, margaritas, rosas, claves…, y una gran sonrisa en su rostro. ¿A qué se debía? Me paré un momento a observar el calendario y caí en la cuenta, era el día de la madre, ese día dedicado a «ser madre». Observé con detenimiento a todas aquellas personas que pasaban a mí alrededor y pude ver a muchas mujeres sonriendo, felices, iban acompañadas de sus hijos, y en su rostro se podía observar una gran satisfacción y orgullo.

Pero… ¿qué ocurre cuando la naturaleza te impide lograr uno de tus sueños, ser madre o padre?

En mi consulta atiendo de una forma muy frecuente a muchas parejas con dificultades para tener hijos, algunas están en tratamientos de fertilidad, en procesos de adopción o en un proceso de maternidad subrogada. Uno de los principales motivos de consulta son los síntomas de ansiedad. La espera, la incertidumbre, el miedo a no conseguir el objetivo, la culpabilidad, la frustración…, son emociones que les invaden y que acrecientan esa ansiedad. Pero…, ¿es posible no sentirse así cuando es un camino normalmente largo y duro? ¿Qué ocurre cuando no manejamos esas emociones y éstas van aumentando? Lo perjudicial no es sentirlas sino que hacemos con ellas, cuánto tiempo se quedan con nosotros y cuanto nos condicionan. La capacidad para sobreponerse a estas situaciones y toda la carga emocional que suponen se llama resiliencia.

Mentiría si os dijese que elimino esas emociones en mis pacientes consiguiendo que no las vuelvan a sentir, es imposible. Mi objetivo es ayudar a las parejas a identificar, analizar y reducir esas emociones para que éstas no le controlen en su día a día. El objetivo es reducir esos síntomas de ansiedad, recuperar las riendas de sus vidas, y recuperar el estado emocional previo al proceso, trabajando la aceptación de la situación y buscando soluciones. No nos confundamos, el objetivo del tratamiento no es conseguir quedarse embarazados, viajar a por el niño o conseguir la adopción, si nos marcamos ese objetivo puede que nos frustremos por el camino, ya que quizás no podamos conseguirlo.

¿Qué te parece si nos centramos en lo que sí depende de nosotros? Cuidarnos, apoyarnos, defender nuestros derechos, expresar nuestras emociones, trabajar con nuestros miedos.

La resiliencia es una capacidad muy util ante situaciones adversas

Lo más importante en esta vida somos nosotros mismos, y para poder seguir caminando necesitamos sentirnos fuertes, con energía y con un adecuado estado emocional, porque de esa forma el camino, aun siendo duro, se hará mucho más llevadero.

La resiliencia es una capacidad que se adquiere, se entrena. No dudéis, pedir ayuda siempre que lo necesitéis, para así reducir la ansiedad y hacer prevención de síntomas depresivos, apatía, desgana, tristeza, desanimo…

Aunque a veces sintamos que no podemos más, qué está todo perdido, recordad, después de la tormenta siempre llega la calma.

Marta de la FuenteAutora: Marta de la Fuente.
Psicóloga Sanitaria de Área Humana. Especialista en trastornos de Ansiedad y Estrés, en trastornos de Alimentación e Imagen Corporal, y dentro del campo de la Salud en el tratamiento psicológico en el cáncer.