
¿Por qué ser feliz cuando puedes estar bien?
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¿Eres feliz? Tal vez la respuesta más perspicaz a esta pregunta sea otra pregunta: ¿Qué es la felicidad?
La felicidad es un concepto emocional complejo y difícil de acotar, y lo es porque una de sus cualidades esenciales es la subjetividad. La misma realidad, vivida por dos personas diferentes, puede significar un momento feliz para una y triste o decepcionante para otra.
Juan Cañadas, psicólogo sanitario en el Centro de Psicología Área Humana, participa en esta ocasión en la revista del «Club Gente Saludable», una publicación de «Saber Vivir», en la sección «Bienestar», para hablarnos sobre los aspectos psicológicos del concepto de felicidad. Tal vez sea difícil definir qué es la felicidad, pero probablemente sea más preciso determinar “qué no lo es”.






(A continuación reproducimos el artículo).
¿Qué nos impide alcanzar la felicidad?
No tiene que ver con lo que uno tiene. Es un sentimiento mucho más complejo, en el que la personalidad de cada uno y su manera de afrontar la vida influyen enormemente.
Salud, dinero y amor. Podemos pensar que si no nos faltan seremos muy felices. Sin embargo, todos conocemos a gente a nuestro alrededor que, disfrutando de los tres, se sienten desdichados.
Como explica Juan Cañadas Rubio, psicólogo del Centro Área Humana de Madrid, «no existen requisitos para ser felices, por lo tanto no hay que tener nada para considerarnos felices. La felicidad es una condición subjetiva y relativa, por lo que no hay una definición precisa que sea capaz de integrarlo todo».
La felicidad es una percepción subjetiva que tiene mucho que ver, por ejemplo, con las expectativas, los miedos o nuestra forma de afrontar las dificultades Clic para tuitearFelicidad: ¡Sin presiones!
No podemos entender la felicidad como una meta porque nunca hay un final, siempre podemos ser más o menos felices de lo que somos en este momento.
Siempre puede haber motivos que nos tiren para abajo y, generalmente, siempre vamos a poder hacer cosas para estar mejor. Debemos intentar romper esa visión dicotómica: soy feliz o no lo soy.
Todo o nada. «En la consulta vemos a menudo personas que dicen: “lo tengo todo para ser feliz pero no lo soy”, lo cual añade sentimiento de culpa a su malestar. No hay nada que garantice la felicidad, no debemos presionarnos con ello. La felicidad no tiene que ver con lo que uno tiene, es algo mucho más complejo», advierte el experto.
Vivimos tiempos en los que nos inunda el mensaje ¡SÉ FELIZ!, casi como una obligación. Pero es legítimo preguntarse ¿qué significa felicidad? ¿Se puede ser feliz o sólo tener momentos de felicidad? Clic para tuitearFelicidad: “Dime cuándo, cuándo, cuándo…”
Nosotros mismos nos ponemos barreras para alcanzar la felicidad. Muchas veces menospreciamos el día a día y consideramos que solo seremos felices en momentos especiales: cuando lleguen las vacaciones, cuanto tengamos pareja, hijos, o cuando nos den las llaves del coche que nos hemos comprado.
«Postergamos la felicidad hasta que lleguen determinados momentos y así, sin darnos cuenta, se nos pasa la vida». Juan Cañadas, psicólogo Clic para tuitearFelicidad: Las comparaciones son odiosas
Otro elemento que nos dificulta sentirnos más felices es el hecho de compararnos con los demás. En este aspecto, las redes sociales han hecho mucho daño, ya que la gente sube a ellas una imagen poco realista de su vida, y que puede hacer sentir pequeñito al que la observa.
Por otro lado, en ocasiones tenemos expectativas poco realistas e idealizadas sobre cómo tienen que ser las cosas, cómo tenemos que ser nosotros, nuestra familia, nuestras relaciones sociales o nuestras pareja para ser felices.
Estas expectativas desajustadas nos alejan de estar satisfechos con lo que tenemos. Juan Cañadas
Cómo aumentar nuestro bienestar
Martin Seligman, padre de la Psicología Positiva, disciplina que investiga qué hacer para ser más felices, destaca varios elementos que contribuyen a incrementar nuestros niveles de satisfacción y motivación:
- Emociones placenteras: Aumentarlas para lidiar con las emociones displacenteras. Entre ellas destacan la satisfacción, la gratitud, el placer, la esperanza o el amor.
- Compromiso: Con lo que somos y con lo que hacemos en cada momento para centrarnos en el presente y lograr la armonía.
- Relaciones positivas: Nuestras relaciones sociales suponen un factor de apoyo y protección que favorecen nuestra felicidad.
- Propósito y significado: Darle un sentido a nuestras vidas.
- Éxito y sentido del logro: Conseguir objetivos unidos a la mejora de nuestra habilidades.
Conclusión: Adaptarse a los cambios para alcanzar la felicidad
La felicidad tiene más que ver con la personalidad de cada uno o cada una, con su actitud y con su manera de afrontar aquello que le está pasando, que con un problema o dificultad concretas.
Igual que no hay nada que garantice la felicidad tampoco hay nada que garantice la desdicha. Juan Cañadas.
Tampoco hay un ranking de cosas malas que nos afecten y quiten felicidad. Por ejemplo, un despido, para una persona puede ser algo terrible y otra vivirlo como una oportunidad.
Es evidente que las cosas que nos pasan nos afectan y tienen impacto en nuestro nivel de felicidad, es normal que el dolor, la enfermedad o la pérdida de un ser querido nos afecten. Pero la persona más feliz es la que mejor sabe adaptarse a estos cambios.
Si en algún momento sentimos que nuestros miedos o pensamientos negativos se vuelven incontrolables sería adecuado ponerse en contacto con un profesional de la Psicología para que nos ayude a gestionarlo.
Participa

Psicólogo Habilitado Sanitario. Especialista en trastornos de ansiedad y fobias, trastornos del estado de ánimo, estrés, autoestima y otros desórdenes emocionales. Psicólogo deportivo.
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