Si pudieras escoger el mejor regalo ¿no elegirías bienestar?

Si pudieras escoger el mejor regalo ¿no elegirías bienestar?

(Tiempo de lectura 9 minutos)

No hay una época en la que pensemos más en los regalos que en las fiestas navideñas. Y en la espiral de compras que suponen estas fiestas podemos perder de vista cuál es el objetivo último que tiene el acto de regalar. ¿Tú qué piensas, para qué se hace un regalo? ¡Eso es! Para sentirse bien: para hacer sentir bien a otra persona o para sentirte bien tú.

Ahora sólo queda elegir el regalo para esa persona… ¿Qué le vendrá bien, que le hará ilusión, que necesita, qué le generará bienestar…? Tengo una sugerencia que hacerte, y creo que podría ser un regalo que no va a defraudar.

El mejor regalo

Regalar bienestar

¡Es curioso! Si pensamos en aquellos momentos de nuestra vida en los que la expresión “sentirse bien” ha tenido mayor significado, seguramente no estarán relacionados con temas materiales, sino con experiencias emocionales: aquel abrazo, aquel beso, aquellas personas que te apoyaron, aquellas lágrimas compartidas, aquella mirada, aquellas risas que parecían no tener fin…

O si pensamos en las imágenes que más nos han conmovido, serán imágenes de solidaridad, de comprensión, de empatía, de ayuda, de compromiso…

Y si esto es así, ¿por qué cuando nos ponemos a elegir un regalo pensamos en cuestiones materiales: esta marca, este precio, este lujo…?

¡Lo sé! Suena muy “naif” –muy ingenuo– decir que en un regalo lo material no importa. Pero parémonos un momento. ¿Cuál es la finalidad del regalo? ¿Qué buscamos con él? ¿Qué es lo importante cuando regalamos?

Es una manera de demostrar a otra persona nuestro afecto, nuestro agradecimiento, una forma de generarle emociones placenteras, bienestar. Pretendemos que nuestro regalo le haga sentirse feliz, especial. Y si funciona, no sólo va a hacer sentirse bien a esa persona, también nos va a hacer sentir bien a nosotros.

En los últimos tiempos se ha puesto de moda regalar “experiencias”. Bueno, pues quiero ir un paso más allá. No quiero hablarte de lugares exóticos, de rutas gastronómicas o etnológicas –que también están geniales–, quiero hablarte de regalar “experiencias emocionales”, porque «sentirse bien» es un regalo y se lo podemos regalar a los demás.

En los últimos años se ha puesto de moda regalar «experiencias»… En este artículo quiero hablarte de regalar “experiencias emocionales positivas” Clic para tuitear

«Sentirse bien» es un regalo para ti y para los demás

Regalar emociones para sentirse bien

La Psicología es una ciencia experta en el desarrollo y uso inteligente de las emociones y en destacar o potenciar estados emocionales favorables.

La Psicología Positiva es un enfoque de la Psicología que se ha centrado especialmente en potenciar las fortalezas, experiencias y emociones favorables. Se pone énfasis en la creatividad, el humor, la alegría, el optimismo, la perseverancia, el valor…

Es un enfoque que contrasta con la tendencia a centrarnos en lo que va mal y que busca redirigir la atención hacia lo que hace sentirse bien.

La Psicología ha investigado sobre los elementos cruciales para sentirse bien, y ha identificado, entre otros, dos que nos parecen fundamentales: el agradecimiento –hacia uno mismo, o una misma, y hacia los demás–, y el refuerzo, que es la acción de identificar, reconocer y expresar aquello bueno, de nosotros y nosotras, y de los demás.

Martin Seligman y Sonja Lyubomirsky, doctores en Psicología –referentes internacionales en Psicología Positiva–, han investigado sobre los factores que promueven la felicidad, el bienestar, sentirse bien, y destacan la mirada que ponemos sobre aquello que tenemos, no sobre aquello de lo que carecemos. En definitiva, afirman que la felicidad es –en gran medida– un acto voluntario, depende de dónde pongamos nuestro foco de atención.

Ya tenemos una pista: las emociones positivas se pueden cultivar, podemos dedicar empeño y tiempo para hacerlas florecer y verlas crecer. Pues ya tenemos un regalo: igual que regalamos un bonito ramo de flores, ¿por qué no regalar un bonito ramo de emociones?

Reconocimiento, valoración, gratitud, empatía, afecto… ¿Y si hacer que los demás se sientan bien fuera el mejor de los regalos? Clic para tuitear

Sentirse bien a través de la gratitud hacia ti mismo o hacia ti misma

Esta es mi primera propuesta de regalo, para hacértelo a ti: agradece lo que tienes. La manera de hacerte este regalo es sencilla. Te voy a dar algunos “tips” o trucos.

Haz un listado de las cosas por las que puedes estar agradecido o agradecida. Fíjate en:

  • Personas valiosas y cercanas a ti, que te acompañan en la vida.
  • Personas que no están cerca de ti, pero cuya labor y compromiso te hacen sentirte bien, son fundamentales en tu bienestar: sanitarios, profesores, agricultores…
  • Piensa en actividades cotidianas –muchas veces imperceptibles, en las que no reparas–, detalles positivos que te hacen sentir bien, que te producen bienestar: un bonito mensaje de una amiga, una caricia de tu pareja, un gesto de cuidado hacia ti, un momento de atención y escucha…
  • Fíjate en tus buenas cualidades –olvídate de la queja o la autocrítica–, aquellos recursos y habilidades que han sido valiosos, que destacan en ti.
  • Recuerda los momentos y las experiencias que te han hecho sentir bien, o aquellos que te permitieron aprender.
  • Piensa en objetos materiales que tienen un sentido o un valor emocional para ti, identifica por qué algo material logra hacerte sentir bien.

Piensa en estas y otras cosas… ¡Agradece el tenerlas! Sin duda te mereces sentir esa gratitud.

Sentirse bien y hacer sentir bien: la gratitud hacia los demás

Cómo sentirte bien y hacer sentir bien

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Sentir gratitud nos llena de bienestar, y expresar gratitud a otra persona es un regalo para ella.

Dedica un tiempo a pensar en las personas que te rodean, lo que hacen por ti o lo que te aportan.

Tener consciencia de ello aumentará el reconocimiento y el significado emocional de esas personas para ti y te preparará para la acción de ofrecerles gratitud.

Puedes darles las gracias verbalmente o mediante una «nota de agradecimiento».

Puede ser una nota breve –por supuesto que puede tener formato digital: whatsapp, mail…– pero también puede ser una nota escrita de tu mano.

Cualquier motivo es bueno para agradecer. Piensa en esa persona, en algo que hizo en el pasado, en algo que valoras de ella, que comparte contigo, o simplemente valora y agradece que esté en tu vida.

Valoración positiva: el regalo del autorrefuerzo para sentirse bien

En 1977, el psicólogo Albert Bandura creó el término autorrefuerzo. Consiste en ofrecerte a ti consecuencias positivas tras hacer algo que consideras que está bien hecho o te acerca a lo que quieres conseguir.

Muchos autores consideran que autorreforzarse por un trabajo bien hecho lleva a niveles de desempeño aún más altos. Bandura aseguraba que tener una alta capacidad de autorrefuerzo ayuda a lograr grandes resultados y reducir el estrés.

Autorreforzarnos, además de fomentar seguir haciendo cosas que nos suman, incrementa nuestras emociones positivas y mejora nuestro estado de ánimo y autoestima.

Para autorreforzarnos y sentirnos bien es fundamental:

  • Desarrollar la capacidad de identificar las cosas que hacemos bien, centrarnos en lo bueno, en los logros –por pequeños que puedan parecernos–. A veces tenemos una forma distinta de medir: una cuando se trata de nuestros logros y otra cuando medimos los logros de los demás. ¡Reconoce tus logros, todos tus logros!
  • Aprende a sentir que mereces tu felicitación, es decir expresa y acepta un elogio que viene de ti mismo o de ti misma, incluso aunque estés cumpliendo “tu obligación”.
  • Se creativo con la forma en la que te autorrefuerzas:
    • Prémiate realizando una actividad que deseas –he estudiado y ahora voy a ver mi serie preferida–.
    • Date un capricho –he acabado este proyecto, voy disfrutar de un viaje este fin de semana–.
    • Felicítate de forma verbal. Expresa en voz alta tu felicitación hacia ti. ¡Escúchate!

Pasos a seguir para realizar un buen autorrefuerzo

  1. Autoobservación.
    • Dedica un tiempo a pensar en lo conseguido en el día o en determinados momentos de tu vida.
    • Cada vez que finalices una tarea busca algún aspecto positivo de su ejecución.
    • Pon el foco en tus logros, normales, pequeños o grandes y saborealos. También piensa en tus esfuerzos, en cada pequeño paso que has dado.
    • Repasa las cosas con las que sientes satisfacción en el día o en tu vida, y detecta que has puesto de ti para conseguirlo.
  2. Registro. Anota tus observaciones en un cuaderno, en tu ordenador o en tu móvil, y léelo de vez en cuando.
  3. Expresión verbal. Expresa tu autorrefuerzo. Pon palabras a la felicitación que te haces: por lo que haces cada día, en cada tarea. Puedes reforzarte tanto por lo que has hecho, como por lo que has aprendido. –¡Es genial haber avanzado en este proyecto! ¡Qué bien haber puesto más atención en la relación con los demás! Hoy me he esforzado en sonreír y lo he logrado. ¡Me encanta lo tenaz que soy con mi trabajo! ¡Conseguí salir a andar!–

Celebra tus logros, autorrefuérzate, valora cada tarea que haces, cada habilidad que tienes o adquieres, cada paso que das.

Un regalo que hará sentirse bien a los demás: refuerza sus logros

Estoy segura que una de las emociones más agradables que podemos sentir es cuando una persona que es importante para nosotras o para nosotros expresa el reconocimiento de algo que somos o que hemos logrado. ¡Qué importante es la valoración, el refuerzo, de alguien que nos importa!

Puedes imaginar, por tanto, el valor que tiene reforzar a los demás. Por supuesto que esta acción, como no podía ser de otro modo, tiene que ser sincera, transparente y empática. La gratitud o el refuerzo sólo tienen valor cuando son de verdad.

Siguiendo los mismos pasos que el autorrefuerzo, recuerda:

  1. Observar
  2. Registrar
  3. Expresar

Por ejemplo…

Me gusta cómo sonríes cuando me hablas. Valoro mucho lo organizado que eres. Me gusta la serenidad y paciencia que tienes. Me encanta que expreses cómo te sientes y compartas conmigo, tanto los malos como los buenos momentos. Me gusta tu flexibilidad, tu tenacidad, eres divertida, entusiasta, lloras y hablas de lo que te va mal con naturalidad, eres generosa…

Seguro que se te ocurren muchas ideas más, sólo tienes que prestar atención a tu alrededor, pensar en cada una de las personas que están cerca de ti, y anotar las cosas que valoras de ellas. Así estarás preparado para comunicárselo.

Conclusiones

El refuerzo y la gratitud son claves para desarrollar una actitud positiva en la vida, en el trabajo, en la familia, con los amigos… Son fuentes de bienestar emocional, y también favorecen nuestra salud física. Contribuyen a mejorar nuestra capacidad para afrontar la adversidad y aprender de ella, lo que denominamos resiliencia.

Aprovecho para agradecerte que hayas leído este artículo, espero que en él hayas encontrado buenas ideas para hacer ese regalo especial, a ti o a esa persona que te importa. Y hayas logrado un instante –o muchos instantes– de bienestar.

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Agradecer para sentirse bien

Editorial

Este artículo ha sido creado por el Equipo Editorial de Área Humana, dirigido por Julia Vidal. Todo su contenido –edición, texto e imágenes– tiene derechos de propiedad intelectual y no podrá ser reproducido sin el permiso expreso de Área Humana.
Han colaborado en el contenido:
Psicóloga Madrid. Julia VidalJulia Vidal

Psicóloga habilitada Sanitaria. Directora del Centro de Psicología en Madrid Área Humana. Especialista en Ansiedad y Estrés. Experta en Emociones y Salud.

Ponte en contacto con nosotrosEstamos a tu disposición para cualquier duda o consulta que desees hacernos | Psicólogos Madrid Centro de Psicología Área Humana

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