(Tiempo de lectura 18 minutos) ¡Ánimo! Cuántas veces habremos dicho o escuchado esta palabra. Con ella queremos transmitir –o transmitirnos– esperanza y motivación. La expresamos o la pensamos con energía, tratando de generar aliento, vigor, fuerza para acometer alguna tarea compleja o enfrentarnos a un acontecimiento, experiencia o etapa difícil de nuestra vida. Pero… ¿Funciona? Muchas veces sí, y nuestro ánimo se transforma. ¿Cómo logramos hacer ese cambio de nuestro estado de ánimo? ¿Es posible cambiar el ánimo a nuestro antojo? ¿Por qué a veces tenemos buen ánimo y otras nos sentimos desanimados o desanimadas?
Te voy a decir algo que seguro que te va a animar: el estado de ánimo se puede cambiar. ¿Me acompañas a descubrir cómo hacerlo?