
El miedo al compromiso en la pareja… ¿Qué se oculta tras esta reacción emocional?
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Tal vez no le quiero lo suficiente… Si tengo dudas puede que no sienta verdadero amor… No creo que sea mi pareja definitiva, de lo contrario me lanzaría sin pensarlo… El amor no se cuestiona, no se interroga… Hay un mito relacionado con el amor romántico, que se ha encargado de difundir, sin tregua, determinado estilo de cine y literatura, según el cual, las dudas en una relación de pareja, significan que no estamos ante el “verdadero amor de nuestra vida”. Y aún más, si albergo dudas sobre si debo “pasar de nivel” con mi actual relación, en definitiva, si siento miedo al compromiso, significa que no he encontrado aun a “mi verdadera pareja”. Vamos por partes…
Definiendo algunos términos: amor, pareja, compromiso…
El amor es, sin duda, uno de los términos más atractivos para poetas, escritores, filósofos, cineastas… y por supuesto para psicólogos, neuropsicólogos, médicos… El amor no es uno más de los temas humanos, tal vez sea uno de los que más nos identifique.
Sin duda, intentar comprender qué es el amor resulta una de las mejores y más arriesgadas formas de bucear en las profundidades del hombre (y de la mujer). Quedamos definidos por el amor y por lo que amamos. (Martín López-Andrade, L., 2009).
La complejidad del amor está indudablemente relacionada con la riqueza del mundo de las emociones y de los pensamientos, pero también, con nuestra educación, nuestras creencias…; todo ello influido, además, por el contexto familiar, cultural y social en el que hemos vivido.
Pero no es el tema de este artículo, el amor, del que ya nos habló nuestra compañera Marta Giménez en «El Amor a examen. Diseccionando el Enamoramiento», sino, cómo el concepto que tenemos del amor, determina en gran medida nuestra forma de entender la relación de pareja, y sobre todo, el significado que le damos en relación a ella, al compromiso.
Solo añadiré a lo que Marta nos explicó en su artículo, la definición del amor que hace Carlos Yela, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid:
- Actitud positiva o atracción hacia otra persona, que incluye una predisposición a pensar, sentir y comportarse de un cierto modo hacia esa persona.
- Emoción, sentimiento o pasión que incluye, además, ciertas reacciones fisiológicas.
- Conducta de cuidar de la otra persona, estar con ella, atender sus necesidad (Sangrador, 1993). (Ferrer Pérez, V.A. et. al, 2008).
Y su explicación sobre las diferencias básicas entre amor, enamoramiento y relación de pareja:
- El enamoramiento es un estado fugaz producto de nuestro entorno sociocultural y compuesto por una serie de reacciones bioquímicas.
- El amor es un proceso dilatado en el tiempo, parte de una necesidad de afiliación, de vinculación afectiva. Además, está influenciado por el entorno sociocultural y compuesto por reacciones bioquímicas diferentes a las que se generan en la fase de enamoramiento.
- Relación de pareja es también un concepto diferente al de amor. Conlleva expectativas, normas, roles y deseo. En la mayoría de los casos, la relación de pareja comienza entre dos personas que se aman, pero, la relación de pareja puede no terminar, a pesar de que el amor se acabe. Y al contrario, puede mantenerse el amor, aunque la relación de pareja se haya concluido.
Carlos Yela, explica la relación entre estos conceptos a través de su Modelo Teórico Estructural del Amor (basado en el Modelo de Sternberg, 1986).
En su modelo, Yela nos habla de intimidad, pasiones eróticas y románticas… y de compromiso. Vamos a detenernos en este último término.
¿Qué es el compromiso? ¿Y el miedo al compromiso?
Compromiso, según Sternberg, se refiere a la decisión de amar y mantener el amor con la otra persona. Y Yela lo define como la intención de “apostar” por la relación de pareja y conseguir mantenerla en el tiempo –por encima de distintos tipos de obstáculos y dificultades–.
En el devenir de una relación de pareja, es normal que si ésta progresa, en algún momento se plantee la cuestión del compromiso. ¿Qué ocurre cuando se duda en la intención de “apostar” por la continuidad de la relación? ¿Qué significan los miedos?.
Antes de nada, es importante comprender algo fundamental sobre el miedo:
El temor a que algo vaya a suceder no significa que realmente vaya a hacerlo, o expresado de otro modo, una creencia de que algo va a ocurrir, es sólo eso una hipótesis, sin ninguna confirmación.
Es muy importante tener en cuenta que el miedo es una emoción que aparece ante innumerables acontecimientos vitales. Básicamente es un mecanismo que nos alerta de un peligro y que pone en marcha procesos de afrontamiento; pero puede activarse sin motivo o con un magnitud que excede el alcance del peligro.
El miedo se relaciona con diferentes aspectos de nuestra personalidad, conducta y forma de pensamiento. Y tiene que ver con la autoestima, la autoconfianza o el autocontrol emocional, entre otros.
En lo relativo a las relaciones de pareja, el miedo al compromiso es la preocupación, duda o inseguridad de iniciar o mantener una relación, por encima de los obstáculos o dificultades que puedan aparecer.
En general se expresa en forma de pensamientos y emociones contradictorias, que provocan un importante malestar emocional en quien lo padece y en su pareja.
Se suelen vivir períodos que alternan emociones muy opuestas: atracción, decepción, motivación, apatía, culpabilidad, reproche…
Los principales factores que influyen en el miedo al compromiso son nuestra capacidad de gestión emocional y nuestro estilo de pensamiento.
En el miedo al compromiso se hayan mecanismos básicos del miedo y la evitación emocional Clic para tuitearSe piensa de manera negativa sobre las propias competencias, sobre lo que debería sentirse hacia la otra persona y no se siente, sobre nuestras expectativas y las de nuestra pareja. Se proyectan modelos de relación con los que, o bien nos sentimos amenazados, o bien los vemos incapaces de asumir.
Si las dudas se convierten en una preocupación constante, afrontada desde la rumiación y no desde estrategias productivas, la toma de decisiones se verá afectada y también la propia relación.
Esto hace que no se perciba control, que aparezcan mayores dudas y en consecuencia se incremente el miedo al compromiso. Un bucle que hará que se pierda de vista la verdadera situación de la relación de pareja.
Cuando se decide romper con una relación como un modo de aliviar el malestar emocional, no se aprenden nuevas estrategias de gestión emocional. Esto puede reforzar creencias erróneas que harán que mantengamos el miedo al compromiso y sus consecuencias, en futuras relaciones.
Es importante pararse a reflexionar de un modo útil. Y fomentar la comunicación en la pareja, para obtener más información, y la perspectiva sobre nuestras dudas, que puede aportar la otra persona.
Estas son algunas pistas que pueden permitirnos identificar esta tendencia a tener miedo al compromiso.
15 características de las personas con miedo al compromiso
- Al pensar en un proyecto de vida en común les cuesta tomar decisiones sobre: vivir juntos, mudarse, casarse, tener hijos…
- Se preocupan por la sensación de que la relación va mal, y se cuestionan si sienten o no amor suficiente y si vale la pena mantener un relación que perciben con carencias de emociones como deseo, pasión, apoyo, comprensión…
- Tienen más presente lo que pierden estando en pareja que los beneficios que aporta –No puedo estar con otras personas o no puedo salir con los amigos–.
- Sienten que pierden su libertad, autonomía e independencia.
- No perciben estabilidad y hacen responsable de ello a la otra persona, tratando de convencerla de sus errores o de los aspectos negativos de la relación.
- Son personas con dificultad para gestionar, expresar y regular adecuadamente sus emociones (ansiedad, estrés, angustia, frustración…)
- Algunas personas prefieren mantenerse en la etapa de enamoramiento, por el bienestar bioquímico y emocional que provoca, en vez luchar y aceptar la responsabilidad que supone la relación de pareja
- Desean aliviarse de la “carga” que supone negociar y asumir que en las negociaciones algo se pierde.
- Les cuesta aceptar algunas normas de relación de pareja.
- Sienten que son los “culpables” del sufrimiento de la otra persona y prefieren romper antes de continuar sintiendo estas emociones negativas.
- Les cuesta “cambiar su rol”, asumir la pérdida del anterior, madurar para dejar de ser hijo o hija, y pasar a ser pareja.
- La comunicación con la pareja es inadecuada, no se expresa con asertividad.
- Desean realizar actividades sin la pareja más que con la pareja.
- Las vías de escape para aliviar el miedo al compromiso son disfuncionales (evitar estar con la pareja o incluso llegar a la infidelidad).
- La ruptura con la pareja suele llegar cuando tienen que dar un paso más para avanzar en la relación.
¿Cómo afrontar el miedo al compromiso?
Antes de dar el paso de romper una relación, conviene reflexionar sobre los verdaderos motivos y valorar lo que tienes y pierdes. Se trata de identificar si el origen es el miedo a comprometerte y no la propia relación.
Antes de actuar, escucha. Antes de reaccionar, piensa. Antes de criticar, espera. Antes de rezar, perdona. Antes de abandonar, intenta (Ernert Hemingway).
Es importante considerar que tras el miedo al compromiso, igual que tras el miedo a otros proyectos y retos, se esconde el temor a salir de nuestra zona de confort, en definitiva el miedo al cambio.
Nos resistimos a cambiar porque, como dice Walter Riso, la mente humana es conservadora por naturaleza. El cambio asusta, descompone e incómoda. Cuando algún hecho importante, novedoso o diferente llega al cerebro, se introduce el desorden. La aparente paz y tranquilidad informacional se desequilibra, el nuevo dato pone a tambalear el sistema y la tradición psicológica se ve amenazada por el invasor. A la mente no le gusta revisarse a sí misma, se resiste, se niega, se esconde. Ella prefiere moverse en la costumbre, en los hábitos, y más en lo conocido que en lo desconocido, aunque este último parezca mejor.
Antes de abandonar una relación de pareja, piensa si el miedo al compromiso no está ocultando tu resistencia al cambio.
6 consejos de ayuda para superar el miedo al compromiso
- Identifica tus aspectos de fragilidad. De ellos puede depender tu miedo al compromiso. Reconocerlos es un primer paso para afrontarlos y aprender a tener un mejor autocontrol emocional. Esto te permitirá ser más objetivo al valorar tu relación.
- Pon en marcha una comunicación asertiva para expresar tus dudas e inseguridades, y hablar de cómo te sientes sin reproches u ofensas: No me encuentro bien en la relación que tenemos, quisiera contártelo para tener también tu punto de vista, sabes lo mucho que lo valoro…
- Si necesitas un tiempo para reflexionar, comunícaselo a tu pareja.
- Reflexiona sobre si tus preocupaciones, miedos y dudas están asociadas a la pareja o a tu propio malestar emocional. Es importante tener en cuenta que cómo pensamos sobre lo que sentimos marca la diferencia.
- Para hacer una toma de decisiones, te puede ayudar hacer una lista con:
- Aspectos por los que crees que tienes miedo a comprometerte con la pareja.
- Qué ha ocurrido anteriormente que confirme este miedo.
- Imagínate a ti mismo o a ti misma sin tu pareja. Trata de valorar aquellas cosas que ya no tendrás. Esto te permitirá evitar que tu decisión esté impulsada sólo por “aliviar” el malestar.
Una relación de pareja es un proyecto vital. Y al igual que otros proyectos en la vida, no va ser perfecto. Tendrá aspectos buenos, malos, y mejorables. Lo importante es valorar el balance, lo que significa para cada uno de nosotros o nosotras. Esa valoración es necesario realizarla libres de prejuicios, modelos adquiridos, mitos imposibles, miedos, dependencias o expectativas desajustadas, en definitiva, hacerlo desde el equilibrio y la fortaleza emocional.
A veces son demasiadas cuestiones las que hay que tener en cuenta, y sobre las que hay que actuar. En ocasiones no es nuestro mejor momento para hacerlo solas o solos. Por todo ello, no dudes en solicitar ayuda, esa es nuestra labor, la de las psicólogas y los psicólogos.
Editorial
Este artículo ha sido creado por el Equipo Editorial de Área Humana, dirigido por Julia Vidal. Todo su contenido –edición, texto e imágenes– tiene derechos de propiedad intelectual y no podrá ser reproducido sin el permiso expreso de Área Humana.
Han colaborado en el contenido:

Psicóloga Sanitaria. Experta en Terapia de Pareja y Sexualidad. Especialista en conflictos de pareja e intervención familiar.
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