
Algunas cuestiones básicas sobre la ansiedad
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Natalia Franco, psicóloga sanitaria en el Centro de Psicología Área Humana, participa en la revista del «Club Gente Saludable», una publicación de «Saber Vivir», en la sección «Bienestar», para hablarnos de la ansiedad, y más en concreto, de cómo superar un trastorno de ansiedad.









(A continuación reproducimos el artículo).
«Cómo superar un trastorno de ansiedad»
¿Te preocupas demasiado por tu familia o tu salud? ¿Te generan una ansiedad que puede durarte meses y llega a interferir en tu vida personal? Toma las riendas de tus emociones.
Simplemente escuchar la palabra ‘ansiedad» nos genera estrés. La asociamos a algo negativo, a momentos de nuestra vida hemos pasado con angustia y desánimo. Pero ¿sabías que es necesario tenerla cerca a veces? Solo cuando perdura en el tiempo debemos pedir ayuda.
La ansiedad: Una forma de defendernos
Imagina que tienes que dar una conferencia ante un gran público. Minutos antes empiezan a sudarte las manos y te agobias ante la idea de no saber estar a la altura. La ansiedad se apodera de ti. «Se trata de una activación fisiológica que te permitirá un mejor desempeño de tu charla porque provocará que intentes estar más pendiente de varios estímulos a la vez y reducirá tu tiempo de reacción ante ellos», explica la psicóloga Natalia Franco.
Algo parecido ocurre cuando un coche pasa a toda velocidad delante nuestro. La respuesta de apartarme del peligro la llevamos a cabo gracias a los llamados síntomas de ansiedad adaptativos: sudoración, subida de las pulsaciones, tensión muscular… Todos ellos los produce automáticamente nuestro sistema simpático cuando nos vemos amenazados.
Sin embargo, ¿qué pasa cuándo son demasiados los acontecimientos que nos generan ansiedad y esta nos dura durante meses? En estos casos, podríamos estar ante un Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) que debemos tratar.
La ansiedad es una emoción adaptativa que se produce ante una situación que creemos amenazante o peligrosa
Los más propensos a la ansiedad
Como apunta Natalia Franco, «la génesis de los trastornos de ansiedad suele ser el resultado de la interacción entre una vulnerabilidad biológica (tendencia a la ansiedad o a la alerta) con una vulnerabilidad psicológica (mayor percepción de amenaza o especial sensibilidad ante lo impredecible y/o incontrolable, basada en experiencias pasadas)».
También influyen en la ansiedad nuestras habilidades para saber afrontarla y el apoyo social con el que contemos.
Podemos distinguir 3 niveles en el abordaje de un trastorno de ansiedad: lo que siento, lo que pienso y lo que hago Clic para tuitearEstrategias para hacer frente a un trastorno de ansiedad
Como en cualquier problema psicológico, la ansiedad hay que abordarla desde varios frentes:
- A nivel fisiológico (lo que siento): para conocer y entender sus cambios corporales y poner en práctica técnicas de desactivación fisiológica de respiración abdominal o diafragmática.
- A nivel cognitivo (lo que pienso): para conocerte e identificar los pensamientos anticipatorios catastróficos y cambiarlos por otros más realistas. Cambia el foco de atención hacia la tarea (ocuparte en lugar de preocuparte) y cuestiona y trabaja las creencias presentes acerca de la preocupación. Por ejemplo: mi preocupación es útil para prevenir…, mi preocupación es incontrolable cuando…
- A nivel conductual (lo que hago): exponiéndote progresivamente a las situaciones temidas hasta habituarte o acostumbrarte a sus sensaciones. Lo más probable es que no ocurra aquello que temas o que no sea tan horrible como crees. Haz una lista de todas las conductas que llevas a cabo cuando te preocupas en exceso y ve progresivamente eliminándolas exponiéndote a la ansiedad hasta que vaya desapareciendo: llama a tu pareja solo una vez al día en lugar de varias, llega tarde a una cita sin agobiarte o ve las noticias en la tele sin apagarla…
Síntomas de la ansiedad
Esta emoción, como cualquier otra, se expresa a 3 niveles:
- Fisiológico: palpitaciones, sudoración, nudo en el estómago, problemas de sueño, dolores de cabeza y sensación de ahogo.
- Cognitivo: con pensamientos desagradables del tipo: no soy capaz, me va a pasar algo.
- Conductual o comportamental: comer en exceso o perder el apetito, llorar, fumar, evitar situaciones concretas…
Alcanzar excesivos niveles de ansiedad o de activación puede llevarnos al bloqueo, entorpeciendo y dificultando afrontar las cosas. Esto nos conducirá a evitar sistemáticamente las situaciones en las que hemos sentido dicha ansiedad desmedida, incubando y manteniendo el problema. Cuantas más situaciones evitemos, más nos iremos sensibilizando ante las mismas y más ansiedad iremos acumulando. Natalia Franco
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Editorial
Este artículo ha sido creado por el Equipo Editorial de Área Humana, dirigido por Julia Vidal. Todo su contenido –edición, texto e imágenes– tiene derechos de propiedad intelectual y no podrá ser reproducido sin el permiso expreso de Área Humana.
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Psicóloga Sanitaria. Especialista en intervención clínica. Experta en desórdenes emocionales.
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