282015Sep
Soy así, no se decir que no. No se nace asertivo… la asertividad se alcanza

Soy así, no se decir que no. No se nace asertivo… la asertividad se alcanza

(Tiempo de lectura 7 minutos)

Veo en mi vida y en mi profesión cómo psicóloga que a veces carecemos de algunas herramientas personales. Una de las más importantes para avanzar hacia nuestras metas es la asertividad.

Esta mañana estaba desayunando con una amiga y me comentaba que este fin de semana tuvo una boda a la que asistió por compromiso –¿por compromiso?– pensé para mi misma. Me miró, tal vez leyó en mi cara la pregunta que no había formulado –ya os he dicho, es una vieja amiga– y remarcó –qué pasa soy así, no se decir que no–. Entonces si le pregunté en voz alta

¿Sabes qué es la Asertividad?

Me encuentro esta situación con frecuencia, es muy habitual escuchar a tu alrededor, incluso a nosotros mismos, decir que hacemos algo por «compromiso», pero ¿nos hemos parado a identificar qué significa esa expresión realmente? Significa pensar más en los demás que en nosotros mismos, significa ir a disgusto, sin ganas, con la sensación de “ir obligados”, y es muy probable que nuestro gestos, nuestra comunicación no verbal, incluso verbal, nos delate. Pero no nos engañemos, nadie nos obliga, somos nosotros mismos quienes tomamos la decisión de asistir, no culpemos a los demás, a nuestra pareja, amigos, familia, nosotros somos los únicos responsables de nuestra decisión… y lo que es aun más interesante, no es «porque seamos así» –como si de un fatalismo inevitable se tratara– sino por algo más simple: porque no hemos alcanzado nuestra asertividad.

¿Qué es la asertividad?

En términos generales la asertividad es aquello que nos permite una comunicación adecuada. Una habilidad con la que superamos dificultades específicas como: expresar opiniones, decir no, expresar elogios, recibir críticas, iniciar, mantener ó terminar conversaciones…

La asertividad es la expresión directa de los propios sentimientos, pensamientos, necesidades, deseos y derechos legítimos de forma adecuada y en el momento oportuno, sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de otras personas.

Suena muy deseable ¿verdad? Pues hay buenas noticias:

No nacemos siendo asertivos, relacionarse es más que una habilidad, es un arte que todos podemos aprender, cambiar o mejorar.

En la falta de asertividad pueden influir nuestras variables de personalidad, el aprendizaje desde la infancia, la educación que hayamos recibido y las experiencias que hayamos vivido. Pero lo que más condiciona la falta de asertividad es la carencia de estrategias y la falta de entrenamiento de las mismas.

Empecemos por identificar las conductas no asertivas.

Ejemplos donde tu asertividad brilla por su ausencia

Falta de asertividad y habilidades sociales

A veces, aun deseando hacerlo, no somos capaces de decir no…

  • A una comida familiar
  • A hacer un regalo conjunto para un amigo o familiar
  • A un cambio de plan a última hora
  • A dar tu teléfono a un chico o chica que te lo pide para mantener un contacto
  • A quedar con un amigo que lo está pasando mal
  • A hacer horas extras en el trabajo e irte a tu hora a casa
  • A prestar dinero a un amigo o familiar

No sabemos expresar nuestra disconformidad o una crítica cuando…

  • No estamos de acuerdo con el presupuesto para un regalo
  • No estamos de acuerdo con las opiniones de un grupo sobre un tema en concreto, y deseamos expresarnos al respecto
  • Queremos decirle a nuestra pareja que nos ha molestado que no nos haya preguntado por un trabajo importante que teníamos ese día
  • Queremos decir a un fumador que no fume en un sitio que está prohibido

¿Por qué no somos asertivos?

  • Porque tenemos miedo a que a los demás les siente mal y nos rechacen, se enfaden o nos dejen de hablar
  • Miedo a que los demás nos vean poco amables, miedo a que los demás se sientan heridos
  • Pautas de educación: creemos que es una falta de educación rechazar peticiones, decir no, expresar nuestra opinión si es contraria
  • Porque no tenemos las habilidades adecuadas
  • Porque nuestra experiencia en este sentido ha sido negativa
  • Porque hacer valer nuestros derechos, apetencias, deseos… sobre las de los demás, creemos que puede hacernos parecer egoístas o poco “solidarios”.

Para explicarlo voy a centrarme en una de las habilidades relacionadas con la asertividad: decir no


¿Por qué nos cuesta tanto decir NO?

La asertividad y aprender a decir noEn muchas ocasiones nos justificamos diciendo que no es posible, que es necesario asistir, que hay que pensar en los demás, que las relaciones interpersonales son complicadas y es mejor ceder que generar un conflicto, que para qué, que no merece la pena, que es un día pero… ¿Tú quieres? ¿Te has parado a analizar si te beneficia, si te compensa?.

Influyen muchas variables en la dificultad para marcar límites, nuestras características de personalidad, la educación que hayamos recibido, nuestras creencias y valores, el miedo a hacer daño, el temor a las críticas, la temida culpabilidad. Hay gente que dice no y los demás enseguida le juzgan: qué borde, me ha dicho que no, es un egoísta solo piensa en él o ella. En estos casos no nos equivoquemos, el problema no lo tenemos nosotros o nosotras, sino ellos o ellas que no están respetando nuestro derecho a decir no. ¿Derecho? Sí, tenemos unos derechos humanos básicos, nosotros y toda la población. En ocasiones no los tenemos presentes por desconocimiento, por falta de información y formación y son fundamentales para poder tener unas relaciones interpersonales plenas y sobretodo sentirnos bien con nosotros mismo. Pero lo que más falta es entrenamiento, estrategias y un plan para llevarlo a cabo.




Nuestros Derechos

  1. Tengo el derecho de decir lo que pienso y siento
  2.  Tengo el derecho a decir “no”
  3.  Tengo el derecho a pedir lo que deseo
  4.  Tengo el derecho a estar en desacuerdo con otros
  5.  Tengo el derecho de ser tratado con respeto
  6.  Tengo el derecho a equivocarme y a rectificar
  7.  Tengo el derecho de tener olvidos y despistes
  8.  Tengo el derecho a juzgar mi propio comportamiento y a hacerme responsable de las consecuencias del mismo
  9.  Tengo derecho a tomar decisiones
  10.  Tengo el derecho a cambiar de opinión
  11.  Tengo derecho a decir “no lo se” o “no lo entiendo”
  12.  Tengo derecho a tener dudas y a consultar
  13.  Tengo derecho a respetar que los demás también tienen estos mismos derechos

Beneficios de alcanzar la asertividad

Creo que saber decir no es un arte, una de esas habilidades sociales que nos generan enormes beneficios.

  1. Aumenta la probabilidad de conseguir lo que se desea.
  2. Facilita la comunicación y minimiza la posibilidad de que los demás malinterpreten nuestros mensajes.
  3. Ayuda a mantener relaciones más satisfactorias.
  4. Incrementa las satisfacciones y reduce las molestias y los conflictos producidos por la convivencia con los demás.
  5. Favorece en mucho las emociones positivas, en uno mismo y en los demás.
  6. Las personas que se relacionan con una persona asertiva obtiene una comunicación clara y no manipuladora, así mismo se sienten más respetados y perciben que el otro se siente bien con ellos.

Entrena tu asertividad

Ejercicios prácticos para entrenar la asertividad

Estos son algunos consejos prácticos:

  • Antes de iniciar la comunicación identifica lo que sientes y trabaja con la auto-observación de tu cuerpo, si sientes tensión, intenta relajarte
  • No te pongas como objetivo no sentir nerviosismo, ansiedad, lo raro sería que no la sintieras
  • Cuida tu comunicación no verbal, tiene que ir acorde con lo que dices. Recuerda que en muchas ocasiones perdemos la razón por como decimos las cosas
  • Antes de contestar piensa bien lo que quieres, dedica un instante para identificar tu objetivo
  • El objetivo de ser asertivo es expresar, transmitir, decir, defender, respetar no pretender cambiar al otro, eso no depende de ti
  • La asertividad es una habilidad que tenemos que entrenar diariamente

No esperes que el cambio se produzca de un día para otro. Atrévete, cambia y tu vida cambiará.

Editorial

Este artículo ha sido creado por el Equipo Editorial de Área Humana, dirigido por Julia Vidal. Todo su contenido –edición, texto e imágenes– tiene derechos de propiedad intelectual y no podrá ser reproducido sin el permiso expreso de Área Humana.
Han colaborado en el contenido:

Marta de la FuenteMarta de la Fuente

Psicóloga Sanitaria en Área Humana. Especialista en Ansiedad y Estrés. Experta en Habilidades Sociales y Asertividad. Directora del Área de Formación | Aula de Emociones.

Ponte en contacto con nosotrosEstamos a tu disposición para cualquier duda o consulta que desees hacernos | Psicólogos Madrid Centro de Psicología Área Humana

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