312017Ene
12 signos que revelan un consumo abusivo de alcohol en adolescentes y 12 factores de riesgo

12 signos que revelan un consumo abusivo de alcohol en adolescentes y 12 factores de riesgo

(Tiempo de lectura 12 minutos)

Si te preguntamos sobre la última noticia que recuerdes acerca del consumo de alcohol en menores, sin duda las recurrentes imágenes de los medios donde jóvenes celebran “botellones”, vendrán a nuestra mente, pero, al mismo tiempo, nos parecerán imágenes ajenas, distantes… Ese o esa, no es mi hijo o mi hija, los míos son demasiado jóvenes para eso… «Los adolescentes prueban el alcohol de media a los 13,9 años». Un dato que debería invitarnos a una reflexión: ¿No crees que el alcohol y la adolescencia es un asunto mucho más cercano de lo que pensamos?. Y hay otras preguntas relevantes: ¿Por qué consumen alcohol los adolescentes?. ¿Son graves o irreversibles los efectos del alcohol sobre ellos?. Vamos a contestar a estas y otras cuestiones.

Datos sobre el alcohol y la adolescencia

Nadie prevé que su hijo o hija pueda presentar un problema de alcohol, siempre se cree que esas cosas les ocurren a otros. Las estadísticas sobre el alcohol y la adolescencia nos revelan datos alarmantes sobre el consumo en nuestros jóvenes. Uno de los más relevantes es que cada vez se consume a edades más tempranas.

La Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES, 2012-2013) muestra datos muy significativos sobre el alcohol y la adolescencia:

  • La edad de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas, se sitúa en los 13,9 años.
  • El 83,9% de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha probado alguna vez en la vida el alcohol.
  • El 81,9% han consumido en el último año y el 74% ha consumido alcohol en el último mes.
La edad de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas se sitúa en los 13,9 años Clic para tuitear

Encuesta nacional sobre alcohol y otras drogas

NUEVO INFORME: EDADES 2017/2018 Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (PDF)

¿Cuáles son las principales preocupaciones de los padres y madres en relación al consumo de alcohol de sus hijos o hijas adolescentes?

Ante los datos anteriores, es normal, que nos surjan incertidumbres y miedos, y nos preguntemos:

  • Cómo descubrir si nuestros hijos e hijas consumen.
  • Cuáles pueden ser los motivos.
  • Qué conductas de riesgo pueden poner en marcha en estado de embriaguez…

Sin duda, son muchas las preocupaciones que genera un tema como el alcohol y la adolescencia, pero, ¿está justificada la preocupación?. La respuesta es clara: si, lo está.

La ingesta abusiva de alcohol puede interferir en el desarrollo de los adolescentes, conlleva consecuencias negativas en su salud física y psicológica. Una intoxicación etílica grave puede desembocar en coma, llegando incluso a provocar la muerte.

Tienen probabilidad de desarrollar enfermedades hepáticas, daños en el sistema nervioso central, alteraciones en el proceso de crecimiento, cardiopatías o hipertensión arterial, entre otras. A nivel psicológico causa deterioro de las funciones cognitivas (memoria, atención y percepción), provocando una merma considerable de las mismas, en algunos casos sin posibilidad de recuperación. Se pueden presentar alteraciones del sueño, comportamiento agresivo, problemas afectivos…, llegando incluso a cristalizar en un trastorno clínico.

Un consumo excesivo de alcohol en los adolescentes eleva la probabilidad de manifestar conductas de riesgo bajo sus efectos: ingesta de otras sustancias, prácticas sexuales de riesgo o accidentes de tráfico, con consecuencias que pueden condicionar el futuro del menor.

El alcohol en la adolescencia es un problema mucho más cercano y grave de lo que nos gustaría aceptar Clic para tuitear

¿Por qué se produce esta relación entre el alcohol y la adolescencia?

¿Qué buscan los adolescentes en el alcohol?

La adolescencia es una etapa de nuestro ciclo vital marcada por múltiples cambios, que la convierten en un periodo vulnerable, por ejemplo, para iniciar un consumo abusivo de alcohol.

Existen diversos factores que relacionan el alcohol y la adolescencia. El principal está en el área social, por la especial necesidad de los adolescentes de pertenecer a un grupo, a una “tribu”.

Para el o la adolescente es fundamental tener un rol en el grupo, sentir aceptación de sus amigos Clic para tuitear

Si en el grupo social en que desea integrarse el o la adolescente, el alcohol forma parte de su ocio, incluso lo determina, beber se convertirá en un requisito necesario para encajar y ser aceptado o aceptada.

El miedo al rechazo, la presión grupal y la necesidad de aceptación, llevan a los adolescentes a consumos abusivos.

El consumo de alcohol promueve la desinhibición, siendo un “falso facilitador” de las relaciones sociales para los más jóvenes. Supone un mecanismo más sencillo para afrontar las carencias en habilidades sociales o los síntomas de ansiedad social; con lo que se obvian los efectos negativos, como las conductas de riesgo y el malestar físico.

Estas “supuestas ventajas”, percibidas por los menores durante su proceso de socialización, se unen a la baja percepción de peligrosidad, la falta de conocimiento o la información errónea sobre el alchol, sobre su naturaleza y los efectos sobre la salud física y psicológica.

A estos factores que facilitan un consumo excesivo de alcohol en los adolescentes, se unen otros: algunas características de personalidad, como la necesidad de experimentar sensaciones nuevas, los llamados “buscadores de sensaciones”, que pueden llevarles a exponerse a riesgos físicos y sociales, por vivir nuevas experiencias y maximizar sus sensaciones. O también una baja capacidad de afrontar las adversidades o baja resiliencia.

También el alcohol es un refugio ante problemas familiares, pérdidas o duelos, fracasos académicos o dificultades sociales; que los adolescentes tratan de gestionar a través de su consumo, hecho que, muy al contrario de resolver esos problemas, los agravan y complican.

Aspectos de la adolescencia que hacen este período más vulnerable al consumo abusivo de alcohol Clic para tuitear

¿Cómo podemos detectar que nuestro hijo o hija adolescente tiene un problema con el consumo de alcohol?

12 signos de alcoholismo en adolescentes

Al igual que otro tipo de adicciones que pueden afectar a los adolescentes, se puede poner atención a una serie de signos indirectos para detectar los problemas de abuso de alcohol.

No es necesario que se manifiesten conductas extrañas para identificar este consumo, los que mejor conocemos el comportamiento de nuestros hijos e hijas y sus rutinas somos nosotros, sus padres y madres, por lo tanto, variaciones en las mismas nos pueden reportar mucha información.

  1. Descenso repentino del rendimiento escolar o laboral. Retrasos, incluso absentismo.
  2. Cambio repentino de carácter, actitud negativista. Mayor irritabilidad o rebeldía. Distanciamiento con los padres, menores muestras de afecto, disminución de la comunicación y mayor introversión.
  3. Descuida su apariencia, muestra desaliño inusual.
  4. Cambio de círculo social. Disminuye el interés por amigos no consumidores y se decantan por un entorno consumidor.
  5. Pérdida de interés por actividades que antes eran placenteras y motivadoras. Actitud apática y pasiva. Abandono de actividades extraescolares.
  6. Salir en exceso los fines de semana, no tener conocimiento de donde sale o con quien. Incluso la imposibilidad de localizarlos de manera reiterada durante sus salidas.
  7. Petición de mayores cantidades de dinero, o notar ausencias de dinero en casa.
  8. Deterioro de sus relaciones en el entorno social, familiar y académico, con mayor aislamiento y distancia emocional.
  9. Problemas con la ley. Actos de vandalismo, accidentes o traumatismos.
  10. Dificultades notables para acudir a clase los lunes.
  11. Percibir estado de embriaguez o aliento alcohólico.
  12. Comentarios recurrentes de amigos y compañero sobre sus borracheras.
Hay 12 signos que pueden alertarnos de un consumo excesivo de alcohol en nuestro hijos adolescentes Clic para tuitear

Contexto familiar y su relación con el alcohol y la adolescencia

El sistema familiar juega un papel básico en lo que respecta a la relación entre el alcohol y la adolescencia. Los hábitos de consumo que residan en la familia y personas allegadas condicionan las actitudes, percepciones y conductas de nuestros hijos e hijas al respecto del alcohol.

Los estilos de crianza y el ambiente en el hogar constituyen un factor muy influyente. Existe una relación directa entre consumo de alcohol y la percepción del adolescente de vivir en un ambiente basado en la reprobación, la retirada de la independencia, la crítica recurrente, el castigo disciplinario, la ausencia de comunicación, afectividad entre sus miembros, bajo apoyo emocional y conflictividad. Ello promueve dificultades en la gestión de sus propias emociones y en definitiva, dificultades en la construcción de un “yo” sano.

3 estilos educativos

  1. Estilo autoritario: Se caracteriza por falta de diálogo, utilización de castigos físicos, incluso el rechazo como medida disciplinaria. Padres autoritarios intentan controlar e influir en el comportamiento de sus hijos basados en patrones rígidos e inmodificables. Esto genera carencias en la adquisición de competencia social, autonomía y auto concepto estable, además de promover una pobre interiorización de valores.
  2. Estilo permisivo: Predomina la ausencia de límites y normas, no hay exigencia ni responsabilidad frente a las acciones del niño o niña, se delega la imposición de pautas en los otros. No ofrecen orientación ni disciplina, pudiéndose desarrollar en el niño o niña sentimientos de angustia, ya que no sabe de qué forma debe comportarse, no tiene percepción de control y su auto concepto se conformará débil y negativo.
  3. Estilo democrático: Está latente una comunicación bidireccional, los padres “democráticos” hacen especial énfasis en la responsabilidad y la autonomía, ponen en marcha límites y normas consistentes. Ello ayuda a configurar competencias sociales, conformar un auto concepto consistente y positivo, adquirir autonomía y estrategias de solución de problemas eficaces.

Un estilo autoritario o permisivo (ambos en los extremos), es un factor de riesgo respecto a un estilo educativo democrático, que actuaría como factor protector ante el consumo de sustancias.

Los estilos educativos son fundamentales en el problema de alcohol en la adolescencia Clic para tuitear

El alcohol y la adolescencia: 12 factores de riesgo

12 factores de riesgo del alcohol en adolescencia

Los factores de riesgo son aquellas circunstancias o eventos de naturaleza biológica, psicológica o social que favorecen la posibilidad de que se presente un problema.

Muchos estudios nos indican la presencia de algunas características que pueden aumentar la probabilidad de consumo de alcohol en nuestros hijos e hijas, aunque es importante aclarar que la presencia de algunos de ellos no siempre revela un problema con el consumo de sustancias, sino que pudieran estar demostrando problemas de otra índole.

A continuación exponemos un listado de variables importantes a tomar en cuenta:

  1. Baja tolerancia a la frustración. La persona se percibe incompetente para afrontar situaciones en la cuales no logra un objetivo que aspira.
  2. Elevada inestabilidad emocional. Desajustes emocionales: ansiedad, timidez, tristeza y dificultades para gestionar sus propios estados internos de manera saludable, aumentando la probabilidad de utilizar sustancias para el manejo de las emociones. Percepción de la emoción como intolerable, incontrolable y aversiva.
  3. Inseguridad y baja autoestima. Bajo auto concepto y dificultades en la construcción de su “yo”. Patrones ideales e inalcanzables de lo que cree que se espera de él o de ella.
  4. Elevada necesidad de buscar sensaciones nuevas e intensas. La persona busca obtener mayor estimulación realizando conductas que impliquen riesgo.
  5. Dificultades en las relaciones con iguales, anhelo de tener amigos y amigas a toda costa y sentirse perteneciente de un grupo a toda costa.
  6. Habilidades sociales y de afrontamiento inadecuadas, que acentúan dificultades para resistir presiones grupales, y tomar decisiones sin que medie la opinión del grupo.
  7. Habitar en entornos sociales donde el consumo de drogas y la conflictividad son elevadas. Entornos que no favorecen la planificación de proyectos y perspectivas de mejora. Familia consumidora de alcohol de manera habitual y permisividad ante el consumo esporádico del menor. Entorno donde se valida las conductas antisociales y al margen de la ley.
  8. Accesibilidad a la sustancia. Que existan y conozcan lugares en los que se vende alcohol a menores, poder recurrir a personas mayores de edad que les compre el alcohol o disponer de cantidades de alcohol en el hogar familiar que puedan sustraer.
  9. Comienzo temprano de un consumo ocasional, ya que se aumenta la probabilidad de que se convierta en un patrón habitual.
  10. Interrelación con personas consumidoras de alcohol u otras sustancias, donde se recibe recompensas por consumir y desplegar conductas antisociales y rebeldes.
  11. Entornos familiares problemáticos, padres distantes que muestran escaso apego y supervisión hacia sus hijos e hijas, no establecen límites ni se muestran comunicativos. También pueden existir un excesivo control, donde los castigos físicos son recurrentes. Problemas manifiestos en la pareja en los cuales los hijos e hijas se ven involucrados. Carencia de bienes y recursos, que constituyen premisas básicas para el desarrollo de las funciones familiares a partir de lo cual no se logran satisfacer las necesidades del adolescente.
  12. Problemas escolares a nivel académico y social. Dificultades en el aprendizaje, baja motivación o fracaso escolar. Y a nivel social, escasas relaciones en la escuela o posible acoso.
12 factores de riesgo pueden destacarse en la relación entre el alcohol y la adolescencia Clic para tuitear

¿Cómo pueden los padres y madres, afrontar un problema de alcohol de sus hijos o hijas?

Infografía el alcohol y la adolescencia

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El alcohol y la adolescencia: 4 consejos para los padres

Como el problema del consumo de alcohol tiene un origen multicausal, las acciones tanto preventivas como de control tendrán que ajustarse a las causas que lo provoca, pero es fundamental a modo general:

  1. CREAR un espacio de compresión y fomentar una buena comunicación. Una comunicación satisfactoria evita el aislamiento, educa en las relaciones extra familiares, promueve la expresión de las emociones, y facilita el desarrollo personal.
  2. PROMOVER la autonomía y la libertad para decidir por sí mismos o por si mismas, que no quieren consumir.
  3. EDUCAR sobre el alcohol de forma realista y no alarmante. No decir a nuestros hijos “beber es malo”. Mejor hablarles de las consecuencias para que decidan. Desde el conocimiento de nuestros hijos y su personalidad prevenirles de algunos riesgos. “A ti te cuesta relacionarte por lo que el alcohol lo verás cómo bueno a corto plazo, pero piensa que…”. Darles otras herramientas. Por ejemplo, si es tímido o tímida, o se deja llevar por los demás, llévale a un curso de habilidades sociales, invítale a participar en actividades sociales enriquecedoras, etc.
  4. COMPARTIR y favorecer un ocio alternativo y saludable con vuestros hijos, les ayudará a aprender que la diversión no va unida al consumo de alcohol.

Lo fundamental es lograr una buena relación, que incluya afecto, refuerzo, apoyo y una buena comunicación con nuestros hijos; desde la que reforzar su autoestima, destacando y potenciando las sus fortalezas. En este contexto podremos hablar del consumo de alcohol o de otras sustancias con objetividad y naturalidad, derribando mitos y haciendo que ellos participen con una mirada informada y una visión crítica del asunto: el alcohol y la adolescencia.


Nosotros y nosotras, somos quienes mejor podemos ayudar a nuestros hijos e hijas. La búsqueda de una identidad madura y estable termina cuando los adolescentes saben quiénes son y cuál es su papel en el mundo. En este proceso los padres y madres tenemos una gran relevancia y el papel de guiar a nuestros hijos e hijas para que se conviertan en adultos en todos los ámbitos que les va a requerir la vida.

Editorial

Este artículo ha sido creado por el Equipo Editorial de Área Humana, dirigido por Julia Vidal. Todo su contenido –edición, texto e imágenes– tiene derechos de propiedad intelectual y no podrá ser reproducido sin el permiso expreso de Área Humana.
Han colaborado en el contenido:

Beatriz Piñas

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